✩ ───── 「𝐎𝐋𝐃𝐄𝐑」───── ✩
Habían pasado algunas semanas desde que llegué a la casa con los chicos, Pipe, Enzo, Mati, Juani, Blas, Andy, Simón, Fran y Agus Lain. Poco a poco me iba acostumbrando a su dinámica, aunque aún me sentía un poco fuera de lugar. Había aprendido sus nombres, sus pequeñas manías y, en general, cómo funcionaba la casa. Pero la sensación de ser la más joven, casi como una intrusa, persistía.
Una tarde, mientras estábamos todos reunidos en la sala, Esteban se levantó y, con una sonrisa, hizo un anuncio.
- Chicos, este fin de semana hay una fiesta a la que todos estamos invitados. Es en casa de un amigo, y no podemos faltar - dijo, recibiendo murmullos de aprobación de los demás.
- ¡Genial! - exclamó Juani, chocando los cinco con Matías.
- Victoria, tú también vienes. No podemos dejarte sola en casa - añadió Esteban, mirándome con seriedad.
- ¿Yo? No sé si es buena idea - respondí, un poco insegura.
- Claro que sí, chiquita. No te vamos a dejar sola - dijo Enzo, dándome una palmadita en la espalda.
Y así, sin más opción, me encontré mentalizándome para la fiesta. Estaba nerviosa, pero también emocionada por salir y ver cómo era una noche de fiesta con los chicos.
▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱
El día de la fiesta llegó, y aunque estaba emocionada, también sentía una mezcla de nervios.
- ¿Estás lista? - preguntó Esteban desde la puerta de mi habitación.
- Sí, ya bajo - respondí, dándome una última mirada en el espejo. Había elegido un vestido sencillo pero bonito, que me hacía sentir más segura de mí misma.
Cuando bajé, los chicos ya estaban esperándome. Pipe, que estaba charlando con una chica que no conocía, levantó la vista y me dedicó una sonrisa.
- Estás linda - dijo Pipe amablemente. Su atención me hizo sentir mariposas en el estómago, aunque sabía que él no me veía de esa manera.
Llegamos a la fiesta y la música y las luces creaban un ambiente vibrante. Los chicos se dispersaron para saludar a sus amigos, mientras que yo me quedé cerca de Enzo, quien había prometido cuidarme.
- Relájate, chiquita. Todo va a estar bien - me susurró Enzo, apretando suavemente mi hombro.
La noche avanzaba y, aunque estaba disfrutando, no podía evitar notar algunas miradas curiosas y susurros. En un momento, me alejé un poco para tomar aire fresco en el jardín.
Mientras estaba allí, Pipe se acercó con la chica con la que había estado hablando. Parecía estar muy interesado en ella, y verlos juntos me hizo sentir una punzada de celos y confusión.
- ¿Todo bien, Vico? - preguntó Pipe, notando mi expresión.
- Sí, solo necesitaba un poco de aire - respondí, tratando de sonar despreocupada.
La chica al lado de Pipe se rió y dijo algo en voz baja, lo que hizo que Pipe sonriera aún más. Me sentí fuera de lugar y decidí regresar a la fiesta, donde encontré a Enzo y Juani charlando cerca de la pista de baile.
- ¿Todo bien, nena? - preguntó Juani.
- Sí, solo necesitaba un respiro - respondí, tratando de ocultar mi incomodidad.
Mientras la noche continuaba, los chicos se turnaban para asegurarse de que estuviera bien. Me sentía protegida, pero al mismo tiempo, anhelaba un poco de independencia. Quería demostrarles que podía manejarme sola.
En un momento, Fran me pidió que bailara con él. Acepté, agradecida por la distracción. Bailamos y reímos, y por un rato, olvidé mis preocupaciones. Sin embargo, no pude evitar seguir con la mirada a Pipe. Él estaba claramente disfrutando de la compañía de la chica, y eso me hacía sentir una pizca de tristeza.
Más tarde, cuando estaba sentada en un rincón, Agus Lain se acercó y se sentó a mi lado.
- ¿Te estás divirtiendo? - preguntó, ofreciéndome una bebida sin alcohol.
- Sí, un poco - respondí, aceptando la bebida.
- Sabés, todos estamos acá para cuidarte. Pero también queremos que disfrutes - dijo Agus, dándome una sonrisa alentadora.
- Gracias, Agus. Es solo que a veces es difícil sentirme parte del grupo, especialmente porque soy mucho más joven que ustedes - confesé.
- Dale tiempo, Vico. Te vas a adaptar. Y siempre podés contar con nosotros - dijo, dándome una palmadita en el hombro. - Y, por cierto, es bueno que te mantengas en bebidas sin alcohol. A tu edad, no deberías tomar todavía.
- Bueno, no es como si nunca hubiera probado el alcohol - respondí, tratando de sonar segura de mí misma.
- Entiendo, pero aquí estamos para cuidarte, así que por ahora, sin excesos - dijo Agus con una sonrisa comprensiva.
Cuando la fiesta estaba llegando a su fin, los chicos comenzaron a reunirse para asegurarse de que todos estuvieran listos para irse. Enzo, siempre atento, se acercó a mí.
- Vamos, chiquita. Es hora de volver a casa - dijo, extendiendo su mano.
Mientras caminábamos hacia el auto, noté que Pipe y la chica se despedían cariñosamente. Me sentí una vez más como una niña, fuera de lugar entre los adultos. Enzo, notando mi expresión, me dio una sonrisa tranquilizadora.
- Todo a su tiempo, Victoria. No te apurés en crecer - dijo, como si pudiera leer mis pensamientos.
En el auto, el ambiente era relajado. Los chicos charlaban y reían sobre la noche, y yo me acurruqué en el asiento, tratando de ordenar mis pensamientos. Sabía que la vida con ellos sería un desafío constante, pero también estaba decidida a encontrar mi lugar. Y aunque los sentimientos por Pipe eran confusos, estaba segura de que con el tiempo, las cosas se aclararían.
✩ ───── 「𝐎𝐋𝐃𝐄𝐑」───── ✩
ESTÁS LEYENDO
𝐎𝐋𝐃𝐄𝐑 !¡ Felipe Otaño
أدب المراهقين↳ ❝ [𝐎𝐋𝐃𝐄𝐑] ¡! ❞ ⋆˚࿔ ¿Qᴜᴇ́ sᴜᴄᴇᴅᴇ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ʟᴀ ᴊᴜᴠᴇɴᴛᴜᴅ ᴀɴʜᴇʟᴀ ᴀʟɢᴏ ᴍᴀ́s ᴀʟʟᴀ́ ᴅᴇ sᴜs ᴀɴ̃ᴏs? 𝜗𝜚˚⋆ 𝐷𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑛𝑜𝑟𝑚𝑎𝑠 𝑠𝑜𝑐𝑖𝑎𝑙𝑒𝑠 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑛 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑒𝑟𝑡𝑖𝑟𝑠𝑒 𝑒𝑛 𝑢𝑛 𝑜𝑏𝑠𝑡𝑎́𝑐𝑢𝑙𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑓𝑒𝑙𝑖𝑐𝑖𝑑𝑎𝑑...