❝ Kim Taehyung, omega descendiente de una buena familia y heredero de una gran fortuna, un día normal va a una de las muchas tiendas de sus padres a supervisar y que todo vaya en orden, pero, no estaba planeado que un alfa llamado Jeon Jungkook inte...
—¿Ya cerraste todo? —Taehyung preguntó, como acordaron, saldrían juntos después de cerrar.
—Yep, ¿puedo preguntar a dónde vamos? —arregló sus ropas saliendo de la tienda cerrándola con llave.
—Te dije que era una sorpresa. ¿Quieres arruinar mi sorpresa?
—¡No! Vamos, guíame —tomó su mano una vez más haciendo que las mejillas de Taehyung tomen un lindo color cereza.
—Cállate... —sus mejillas estaban rojas y caminaba por delante para que Jungkook no vea su rostro.
Jeon sonrió siguiendo a Taehyung mientras seguían con sus manos juntas, de donde Jungkook viene, Japón, a la actitud de Kim se le llamaba tsundere, no le gusta que sepan que está sonrojado y aunque le gustan sus coqueteos, no lo admite y/o huye de la situación.
Que lindo.
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—Pruébate esto —Taehyung llevó a Jungkook a una gran tienda de variadas marcas de ropa reconocidas y caras.
—Taehyung, ya me compraste muchas cosas, estoy agarrando 12 diferentes bolsas de diferentes marcas.
—Yo pagaré todo, tú solo pruébatelo y si te queda bien entonces te lo quedas —miró varias camisas y sacos para que Jungkook se los ponga.
—No, escucha, es mucho dinero, no quiero que piensen que me estoy aprovechando de ti, porque no es así —trató de pararlo.
—Pero hay muchas cosas que te quedan bien...
—¿Te gusta vestirme? puedes hacerlo, pero esto es muy caro.
—No es tan caro, puedo pagar muchas más cosas.
—Sí... pero es suficiente por hoy, ¿bien? podemos salir otro día —tomó sus manos.
Taehyung miró sus ojos, de pronto, una corriente eléctrica viajó por su columna vertebral e hizo temblar levemente sus piernas.
—Ah... —su vientre dolió y sus piernas simplemente dejaron de sostenerlo y casi cayó al suelo, si no fuera porque Jungkook lo sostuvo, seguro ya se habría golpeado con algo.
Un calor recorrió su cuerpo, como odiaba cuando su celo llegaba, porque siempre estaba solo, en su casa y aunque tomaba inhibidores, quería un abrazo.
—¡Tus pastillas! —con un brazo lo siguió sosteniendo y con el otro buscó las pastillas que Taehyung le dijo.
El celo hacía el aroma de Kim más fuerte, alfas normales no se resistirían a su dulce aroma de fresas y chocolate, pero Jungkook era dominante, podía controlarse muy bien y esa era la razón por la cual Taehyung confió en él.
Lo hizo tomar a fuerza aquellas pastillas y ahora faltaba el segundo paso, llevarlo a casa.
Lo levantó estilo princesa, tenía que buscar un taxi rápido, algunos alfas miraban a Taehyung como si fuera una presa.
