One Piece: Voluntad

119 Operación Sugar II

Iba a ser difícil extraer a Sugar y Monet en estas circunstancias, no con Black Maria presente. Una batalla entre los dos llamaría la atención que yo no quería.

Tenía dos opciones: una era quedarme aquí y vigilarlos, y la otra era ir a la habitación de mi padre para ver qué estaba pasando. ¿Gran Mamá trabajando con mi padre? Aunque no he estado en el mundo exterior, nunca lo he oído hablar amablemente del otro Yonko para que de repente se conviertan en aliados.

"¿Qué debo hacer?" Pedí consejo.

"Realmente quiero saber lo que están planeando. Dos Yonkos trabajando juntos podría ser demasiado, incluso para Veyron", declaró Marigold con preocupación.

"Todavía creo que el cariño puede ganar, pero como han llegado tan lejos como para unirse, puede que haya más en juego que solo ellos. Tienen la intención de usarnos para derribar a mi querida, y usarán todo lo que esté a su disposición para asegurarse de que funcione", agregó Hancock.

"Conociendo a mi padre, puede que no necesariamente quiera matarlo. Mi padre podría tener otro propósito para él", dije, ya que mi padre no era del tipo que hacía tanto tiempo para atraer a alguien a Onigashima solo para matarlo. Ciertamente, nunca fue del tipo que "señuela" y siempre se enfrentaba a sus enemigos de frente. Si estaba usando un método así con Dracule Veyron, tenía que haber algo más.

"Creo que es mejor si esperamos a que Black Maria deje a Sugar en paz para que podamos hacer nuestro movimiento. No tiene sentido tratar de descifrar su plan si no podemos detenerlo. Solo somos juguetes", sugirió Sandersonia, "recuperémonos primero, luego podemos tratar de ayudar al hermanito, recuerda... viene aquí por nosotros. La mejor ayuda que podemos darle es no ser tan impotente como lo somos ahora".

"Sandersonia tiene razón", estuvieron de acuerdo ambas hermanas, y yo también. Estaba seguro de que empezarían a buscarme pronto, ya que yo era el que los tenía a los tres, y no podría permanecer oculto durante mucho más tiempo.

"Entonces quedémonos..." Empecé, pero luego escuché pasos que se acercaban desde el pasillo. "¡Alguien viene!"

Rápidamente quité algunos tablones de madera y salté dentro de una división entre los pisos. La persona que se acercaba a la puerta era otro miembro del Tobiroppo. Entró en la habitación sin dudarlo, solo para encontrar a María en una exhibición bastante reveladora.

"¡Cabrón! ¡Cuántas veces tengo que decirte que llames a la puerta primero!" ella maldijo en voz alta.

"María, nos están convocando", dijo Page One, cubriendo los ojos y hablando con indiferencia. Estaba claro que no quería ser testigo de lo que estaba pasando en esa habitación.

"Tch, arruinando mi diversión... ¿no puedes esperar media hora?"

"Claro, haz lo que quieras, pero ten en cuenta las consecuencias. ¿Has visto a Yamato?"

"No, ¿por qué? ¿La niña está en problemas?"

"No por ahora. La estamos buscando. Las negociaciones están a punto de comenzar, y necesitamos esos tres "juguetes" para "convencerlo". En cualquier caso, date prisa. Todos los Tobiroppo necesitan estar presentes. Gran Mamá no vino sola, y al final del día, esta alianza es solo temporal".

La página uno completó su tarea y salió de la habitación, y supe que era mejor ignorarlo. Black Maria también entendió la situación.

"Ese pequeño bastardo... No quiero que me regañen, así que nos veremos en un rato, Sugar~", ronroneó Black Maria.

Ella lamió la mejilla temblorosa de Sugar antes de volver a vestirse con su kimono e irse, cerrando la puerta detrás de ella, dejando atrás a un dúo sollozante. Escuché sus pasos por encima de mi cabeza. ¡Esta fue nuestra oportunidad!