C. 33

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                                  •Porshe 911•

|5:00 am|

Despertaste por un fuerte dolor de cabeza , era insoportable, abriste tus ojos con dificultad. Estabas en tu cama , te sentaste y te paraste para dirigirte a la cocina en busca de un aspirina; cuando viste bien tu habitación viste a una cabellera roja, Sadie, imposible no reconocerla; no recuerdas mucho lo sucedido. Pero no te importaba

Estando ya en la cocina buscaste las aspirinas, tomaste un vaso con agua e ingeriste tal medicamento. Dejaste dicho vaso en la barra y te detuviste, tu mente estaba en otro lugar, tallaste tus ojos los cuales te ardían demasiado viste tus manos las cuales tus nudillos estaban abiertos, al perecer ya estaban tratados, pero aún si te dolían

Sadie: ¿Cielo.? -escuchaste en bajo, volteaste, no la podías ver bien; las luces estaban apagadas- ¿Estás aquí.? -encendió las luces y la viste, ante tus ojos fue lo más hermoso. Tu novia con una de tus sudaderas que para ti te quedaban algo holgadas, para ella era casi un vestido, shorts tuyos y sus ojos hinchados, la mejor vista-

Alex: Solo vine por agua y una pastillas para el dolor, no aguanto la cabeza -bajaste tu mirada y la subiste cuando sentiste cerca su respiración- Oye hum.... Lamento que hayas visto lo que pasó, -pasaste saliva- no recuerdo casi nada de lo que pasó pero supongo que no fue algo agradable, no sé cómo se me salió de las manos, creí que lo había superado pero al verlo a él después de catorce años aparecer así sin más me hizo enfurecer

Sadie: Tranquila -te interrumpió- todo está bien. Si te sientes lista para decirme lo que crees que deba saber yo te escucharé, sin presión -puso sus manos en tus mejillas- te quiero mucho y si piensas que lo dejaré de hacer por esto entonces estás mal. Eres muy importante en y para mi vida

La abrazaste, no dijiste nada, sólo lo hiciste. Te hizo saber que ella estaría para ti, y es verdad. Pero no lo podías creer

Alex: Gracias -murmuraste- Gracias....

Sadie: ¿Vamos a dormir.? -asentiste y se separaron- Vamos -susurró-

Estando ya en la habitación, se acostaron y acomodaron, tu mirando el techo y Sadie dándote la espalda

Alex: ¿Sadie.?

Sadie: ¿Si.? -volteó a verte-

Alex: ¿Puedo abrazarte.?

Sadie: Eso no se pregunta, ven aquí cariño -se puso boca arriba dejándose libre y te acurrucaste en ella-

En estos momentos no pedías más, estar con ella era lo que necesitabas. Cuando comenzaste a escuchar sus latidos y sentir una de sus manos acariciar tu cabello; te sentiste en el paraíso, era el placer más hermoso que estabas experimentando.

Alex: Zanahoria

Sadie: ¿Si.?

Alex: Te quiero mucho

Sadie: Yo igual te quiero mucho. Ahora trata de dormir -cerraste tus ojos y suspiraste-. Yo voy a estar aquí para ti y no me iré, a menos que me lo pidas -con sus caricias comenzaste a acurrucarte comenzado a quedarte dormida-

Sadie ya lo sabe, hay muchas cosas que no has arreglado y que eso te duele, en cierta forma, buscas una figura "paternal", una de la cosas que le cautivó de ti es que buscas y estás para cuidar a los demás, tratar de hacer lo que una figura muy importante para las personas no pudo hacer por y para ti

Una hora después fueron despertadas por un tono de llamada , a tu celular le había entrado una llamada

Te enderezaste, tomaste tu celular, y viste de quien se trataba. Tu tutor de la universidad de California.

•U're  my reason to breathe•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora