Baela Targaryen
Cassandra Baratheon me caía bien cuando éramos niñas pero su padre nos separó por mi falta de feminidad y al no ser yo una princesa, no tenía derecho a tener damas de compañía. Mi tío, el rey Viserys nos otorgó a mis hermanos y a mí muchos derechos.
Pero no pude tener damas.
Y Cassandra fue apartada de mi lado.
Ahora que la vuelvo a ver luego de siete largos años todo cambió.
Excepto por su afección hacía Jacaerys.
Siempre sentí celos de la cercanía que podría existir entre ellos.
De niña me excusé con mamá diciendo que eran celos de familia pero no lo creyó.
A pesar de eso nunca dejé de insistir con su presencia. Pero no se logró.
Ahora, después de años su presencia me resulta indiferente. Si insiste con Jacaerys deberé apartarme, no me quiero casar y él tiene la obligación de hacerlo. Ella es la mejor opción a reina consorte.
Todo estará donde debe estar.
Me dirijo a al comedor, me encuentro a Rhaena.
—¿Cómo estás?— Es lo primero que pregunta al verme.
—¿Por qué piensas que estoy mal?— Contraataco.
Sonríe.
—No te pongas así, Bae. Sé que Cassandra fue tu amiga —. Trata de buscar un punto —. Debes estar preocupada.
—No, no estoy preocupada.
Antes de que me responda entra Lucerys.
—¿Han visto a Jace?
—Debe de estar acompañado a Cassandra por el castillo—. Susurro para mí.
—¿Mmm? ¿Dijiste algo?
Mierda.
Me escuchó.
—No, nada.
Miro a Rhaena en busca de ayuda.
—Estuve en la biblioteca esta mañana con la tía Aemma.
Luego de eso continuamos la conversación amena.
El brillo en los ojos de Luke al ver a Rhaena me hace querer arrepentirme de mi negativa al matrimonio.
Y finalmente llega Cassandra.
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Cassandra Baratheon
Mi padre es un hombre analfabeto que prefirió pasar su juventud con prostitutas en lugar de estudiar.
Machismo y egoísmo son dos palabras que lo definen bien.
Siendo su primogénita no me considera heredera, y mientras no tenga hijos varones yo seguiré siendo la mejor opción. Gobernar Storm's End es mi deseo desde que tengo memoria.
Hice todo lo que me pedía, fuí la mejor estudiante y me alejé de amistades por su culpa.
Lady Baela Targaryen.
Que por no ser una princesa y ser una niña no pudo evitar que mi padre nos separara; ya nada es igual.
Estoy aquí gracias a una artimaña de mi padre, lo sé aunque no me lo haya dicho.
Jacaerys Velaryon es el objetivo de mi padre, quiere que yo sea reina.
Y la verdad es que no deseo lo mismo, una vez me enamoré de alguien a quien mi padre aborrecía por ser hija de su padre.
Aún recuerdo nuestra corta conversación antes de partir.
<<— Hija, espero que la pases bien con nuestra familia lejana.
Sus palabras las dijo con asco.
Lord Rogar Baratheon, mi bisabuelo odiaba a los dragones. Sobretodo cuando dos mujeres Targaryen rechazaron matrimonios con nuestra casa.
—Si, lo haré, padre.
Mis palabras fueron cortas, como le gustan.
—Mi abuelo decía que esa isla era un asco. Nunca la pisaré.
¿Y yo si?
Me guardo mis palabras.
—¿Sabes cuál era su deseo más grande? — Pregunta con un deje de misterio.
Niego.
Suelta una carcajada dejando salir rastros de saliva.
Asco.
—Matar a un dragón y matar a Maegor I Targaryen.
Y no cumplió ninguno de los dos desgraciadamente para él .
—Entiendo, padre.>>
Luego de eso partí en mi viaje hasta aquí.
Me encuentro preparándome para la cena. Quiero lucir presentable.
Mi cabello largo y negro lo tengo lacio y peinado hacia trás, mi vestido amarillo Baratheon con detalles marrones que destacan mis ojos. Mi maquillaje liviano al igual que mis zapatos.
Salgo al comedor con un guardia de mi familia detrás de mí.
La entrada es gótica y oscura sin llegar a lo tétrico. No están a los príncipes mayores.
Y ahí la veo, sentada al lado de su hermana, quien conversa con el príncipe Lucerys.
Baela.
Mi amor de infancia.
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El amor de Cassandra hacia Baela cuando eran niñas me encanta.
*Cassandra versión niña enamorada de Baela*
—Eres increíble *se sonroja*.
*Baela versión niña*
—Eres mi amiga, y me gusta mi primo.
~Ranmabavi.
