Pasar doce horas en una celda oscura y lúgubre puede resultar una experiencia realmente tortuosa para cualquier persona. El hecho de perder la libertad y encontrarse confinado en un espacio tan limitado puede ser abrumador. Sin embargo, para Tom, es...
Ayúdame a salir de este infierno. Tu amor me levanta como helio. Tu amor me alza cuando estoy en el suelo. Cuando he golpeado el suelo, eres todo lo que necesito.
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Mis manos descendieron a sus glúteos para presionar su cuerpo contra el mío, dejando que el agua nos cubra y que su lengua de un paseo por mi boca. Recordando lo que era tener sus labios pegados a los míos, su respiración casi que siendo la misma que la mía. Las yemas de mis dedos recorrieron la tela de su camiseta hasta llegar al borde y así poder deslizarla hacia arriba para poder quitársela. Apoyando la espalda ajena contra la pared para que no se caiga, viendo cómo el frío de los azulejos causaba ese shock eléctrico en su cuerpo que havua erizar su piel. Dejando una leve mordida en su labio inferior, rompiéndo el beso para llevar estos a su cuello,dejando marcas, mordidas, moretones que en unas horas serían evidencia de que el amor puede con todo.
Las manos de Bill viajaron a mi espalda, dejando suaves caricias con las uñas mientras yo besaba su cuello. De un momento a otro ambos estábamos completamente desnudos, no había caído en cuenta de en qué momento sucedió,pero no me quejaba. Mis manos estaban pegadas en sus mejillas, bajo la lluvia de la ducha, sosteniendo su rostro mientras lo besaba con todo el amor que podía llegar a demostrar,ese amor que no le había demostrado a nadie. En cada roce, en cada abrazo, en cada beso, dos almas, la suya y la mía,un baile eterno de pasión y conexión que no había sentido con nadie. Bill era capaz de despertar en mi sentimientos que creía inexistentes, amor que no era posible explicar con simples palabras. Y no bastaba un te amo.
Su cuerpo pegado al mío hacia que nuestros corazones esten latiendo en sintonía. ¿Alguna vez vieron la imagen de la anatomía de un abrazo entre dos personas? Los corazones unidos y separados solo por lo físico,lo externo. Sentir el latir de su corazón junto al mío era como escuchar la sinfonía del amor en cada suspiro que dejaba sobre mis labios.
El extasis del amor compartido, nuestros cuerpos se convirtiendose en pinceles y la piel como el lienzo que pintamos con la paleta de nuestros deseos, creando una obra maestra de entrega, intimidad y conexión que podía asegurar perduraria más allá del tiempo y el espacio, fusionando nuestras almas en un lapso de tiempo eterno de amor y pasión. Con la mayor delicadeza posible abrí sus piernas, colocándome en el medio para poder acomodar mi miembro entre sus glúteos,y empujar apenas la punta en su entrada. Bill no tardó en clavar sus uñas en la piel de mis brazos. Abriendo la boca para permitirse quejarse.
⎯⎯ㅤTom. . . Despacio.
Observé sus ojos. Iluminados bajo la tenue luz nocturna. Estaba enamorado de sus ojos color miel. Eran un océano de emociones, donde cada mirada era un susurro del alma que despertaba la magia de lo inexplicable, un universo paralelo donde su amor se había convertido en mi salvación. Asentí con la cabeza comenzando a mover la cadera con paciencia, dejando que sus paredes anales se abran paso al grosor de mi polla. Sintiendo y disfrutando como apretaba. Las manos de Bill ahora estaban en mi espalda, y antes de que pudiera quejarse, mi polla estaba completamente dentro de él. Clavó las uñas en mi mi y rasguño dejando sus marcas rojizas, estirando el cuello hacia atrás dejando escapar un gemido de placer que podría haber escucho hasta el vecino. Comencé con el vaivén de mis caderas entrando y saliendo de el. Bajando las manos a su cadera para sostenerlo, con mi cuerpo comenzando a sudar. Ya no era sexo,no era solo eso. Estabamos haciendo el amor, sintiendo esa profunda conexión emocional y física que iba más allá de lo carnal. Una intensa complicidad, confianza y entrega mutua, donde cada caricia, beso y abrazo se convertian en expresiones de amor y pasión. La sensación de estar unidos en cuerpo y alma creando un estado de plenitud y felicidad indescriptible, donde solo existe el amor. Un momento de total entrega, vulnerabilidad y conexión. Dos almas que se funden en un acto de amor puro y sincero.
