Capítulo 2

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Al día siguiente, me había levantado un poco desanimada, no quería ir a la escuela, pero no podía faltar, estábamos en etapa de pruebas, no podía perderme ninguna clase o podría reprobar.

Cuando termine de vestirme y peinarme, me mire al espejo unos cuantos minutos para comprobar que no me faltaba nada. Llevaba puestos unos pantalones de mezclilla, una sudadera de mangas largas blanca y mi pelo recogido con una coleta y unos mechones de pelo colgando en mi frente, los cuales tenía que apartarte de vez en cuando porque me molestaban un poco, pero el flow ante todo por supuesto.

Acabando de arreglarme, salí de mi habitación y fui directa a la cocina para prepararme el desayuno y algo para llevar a la escuela. Mis padres siempre se levantaban más tarde, ya q sus trabajos empezaban un poco más tarde. Cuando termine con mi tostada y jugo, cogí mi mochila y me encamine hacia la escuela.

En medio del camino ya podía sentir los nervios, el miedo y la adrenalina correr por todo mi cuerpo, temía ver en algún momento a Jeorge alrededor y que me hiciera algo malo, o simplemente verlo ya me daría escalofríos, no quería toparmelo ni en pintura. Cuando casi llegaba a la escuela, me encontré con Cristian, mi mejor amigo, el era genial, guapo, cariñoso, caballeroso y muy inteligente además, sacaba el máximo de puntos en todas las pruebas, estaba orgullosa de él.

Desde que teníamos díez años siempre hemos sido muy buenos amigos, ya que nuestros padres lo son, trabajan en el mismo lugar, nos consideramos como familia. Muchos en la escuela decían que éramos novios, por como nos comportábamos cuando estábamos juntos, pero los rumores dejaron de escucharse cuando empecé con Jeorge. Cristian nunca estuvo de acuerdo que yo estuviera con él, pero, como dicen por ahí, el amor es ciego, no quería que las opiniones de los demás me arruinaran la ilusión de tener un novio al fin, ya que nadie antes en mi vida se había interesado por mi de esa forma hasta que llegó Jeorge, y me había enamorado de él, o esa creía,pero resultó salir peor de lo que pensaba, supongo que debí escuchar.

En cuanto vi a Cristian caminando en la acera contraria a la mía, cruce tratando de que no me viera y lo seguí sigilosamente, o al menos creo que lo estaba haciendo así. Cuando por fin iba a darle un susto de muerte...el se volteó soltando un gritillo agudo acto seguido y la que salió asustada al final fui yo, que casi me caí de culo si él no me sujeta un brazo.

-- jajaja!! No puedo creer que hayas pensado en asustarme Vane, sabes que te conozco muy pero muy bien -- dijo burlón

-- ¡Pensé que no me habías visto! Quería por una vez asustarte o al menos sorprenderte -- dije irritada y avergonzada

-- Pues creo que no te funcionó, querida -- y dicho eso esbozó una sonrisa y me dio un abrazo

Cuando lo hizo, sentí un calor y una sensación tan linda, era como si estuviera en paz, eso me transmitía Cristian siempre, paz y alegría, por eso siempre me gustaba estar con él, hacía que me sintiera bien aunque pasara por algo difícil, siempre lo lograba y aún no me explico cómo. Terminando el abrazo me dio un corto beso en la mejilla y ambos esbozamos una pequeña sonrisa y entramos a clases.

                              ∆∆∆

Ya habían pasado los tres primeros turnos de la mañana, y me estaba aburriendo la verdad, lo único que me consolaba era el último turno, arte. Me encantaba dibujar, cantar y bailar, pero me esmeraba más en el dibujo, no lo consideraba como una profesión a ejercer, ero igual me gustaba pasar el tiempo dibujando paisajes, o animales, o personas, lo último se me hacía un poco más complicado, pero se podría decir que me quedaban bien. Ya había dibujado a mi mamá, mi perro, a Cristian además, era el que me mejor me había salido, y también dibuje a mi abuela, uno años atrás, antes de que falleciera.

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