Dulce "Vindicta" || FLEXKATO ᡣ⋆

╰┈➤1⭑

La Tierra de las Hadas (Capadocia) es uno muy diminuto pero a la vez gigantesco, al menos para las hadas lo era, ya que vaya, todo está a su medida. Todo era muy colorido y organizado, "personas" volando alegres, trabajando como de costumbre, ya que cada hada tenía un talento especial, en caso de no tenerlo, igual tenían un deber, eso hacia que todas las hadas tengan un labor y sobre todo función además de vivir con el resto. Dirán que todo es de color de rosa, pero realmente no es así, al menos no del todo, ya que las hadas tenían sus propias preocupaciones. Todas las hadas tenían una creencia, la cual con el tiempo fue confirmada para ellas, por lo tanto se volvió un proceso confirmado, siendo el origen de las hadas. Se determinó que la primera risa de un bebé recién nacido, causaba el nacimiento de un hada, hada que era recibida por los superiores, quienes lo ponen a prueba para saber su talento y así guiarlo como bienvenida al resto de las hadas.

Las hadas eran como los humanos, solo que diminutos, con alas y sobre todo mágicos, pero eso no quitaba que la población tuvieran sus rumores. Uno muy reconocido y preocupante a la vez, era que cuando una persona dejaba de creer en las hadas, una al azar moría, algo tétrico ¿No?, algunos vivían con ese miedo, otros pensaban distinto, como en caso de un hada llamada Muzi, quien a comparación del resto, este pensaba de una manera mas cruel, pero según lógico para el.

— Dany, por favor deja de holgazanear, aún te queda animales que cuidar — habló aquella hada de ojos oscuros, Muzi.

— En un rato amigo, estoy cansado

— Trabajo día y noche ¿Me ves cansado? ¡No! Anda, vamos a trabajar

Muzi para el resto podía parecer algo exigente, no porque le encantara el trabajo duro (se acostumbró a ello), si no por qué se preocupaba por sus amigos, por su creencia en la muerte, ya que Muzi creía que, en vez de que muriera una hada al azar cuando alguien dejaba de creer en ellas, quienes realmente morían eran las hadas inútiles, innecesarias para el pueblo, es por eso que temía a que sus amigos se la tomen de relajo siempre, no quería que "el mundo" los destinara pronto a la muerte.

¿Por qué pensaba de este modo? Bueno, usualmente los muertos que se conocían en su zona, eran de gente que no solía ver en el trabajo, es decir, gente floja. Para Muzi era mucha coincidencia, sobre todo cuando ha pasado varios años vivo. Al principio este mismo tenía miedo, miedo de holgazanear y que el mundo lo tomara de inútil, que se deshicieran de el tan fácilmente, como pegarle a un pájaro de un tiro, no soportaba la idea de que lo tomaran de inútil, eso hizo que (desde que tiene memoria) fuera muy aficionado al trabajo, se sentía seguro haciendo cosas que ayudaría a la población, su miedo se iba cuando echaba mano de obra en la agricultura, al menos asi era antes, antes de que le quitaran la vida a la persona mas especial que tenía a su lado.

Muzi, desde aquella perdida, desarrolló un odio al mundo, en el sentido de que, era injusto, ya que esa persona la cual se llevaron no era ninguna inútil. Le ofendió muchísimo, teniendo esa creencia, que se llevaran a su hermana, gemela por cierto, ya que ambos llegaron al mundo juntos y permanecieron así hasta que el "destino" hizo de las suyas, se negaba a creer que habían llamado inútil a su hermana y si era así, iba a hacer que se arrepientan de ello.

— ¡Chicos! — gritó un hada de pelo blanco.

— Hey Link — habló el holgazán

— Link ¿Dónde estabas? — preguntó el oji azul.

— Dirigiendo a las hadas novatas... fue horrible ¿Por qué cada día llegan hadas más rebeldes?

— jaja, creo que solo te tocan las peores hadas a ti

Tanto Link como Muzi tenían un puesto entre los superiores, Link llevaba más tiempo que Muzi en ese puesto, pero se llevaban bien y sobre todo se ayudaban mutuamente.