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Tan solo habían pasado dos noches desde que el grupo de chicos llegó y se hospedo en las cabañas del bosque, todos estaban de acuerdo en una cosa y era convivir la mayoría del tiempo, pues por algo se habían reunido, debían aprovechar todo lo posible en aquel lugar, tan solo tenían 2 semanas, pero el tiempo podría pasarse rapido sin que uno se diese cuenta, cosa que los llevo a planificar ciertos días (solo uno se encargo de eso) mientras que el resto podía disfrutar de lo primero que se les ocurriese. Por ahora, en la mañana, la mayoría se encontraba tranquilamente sentados en troncos de árbol que rodeaban una pequeña fogata, ya apagada, mientras desayunaban, nadie parecía tener quejas, la pasaban bien, sin embargo, había algo que al grupo le empezaba a extrañar y era la ausencia del único peli celeste en el desayuno.
— Si llamaron a Flex ¿cierto? — preguntó un rubio.
— Si, dijo que vendría en un rato — respondió un chico de sombrero.
— Pues eso fue hace media hora — aseguró el peli blanco.
— Creo que todos hemos ido a avisarle que venga para aca — mencionó dudoso el chico de pelos coloridos.
Quienes ya terminaban sus desayunos, iban apartando sus platos para luego irlos a lavar al lago, mientras que comenzaban a ver a un castaño a la misma vez.
— ¿Qué? — habló Muzi, quien se incomodo al tener tantas miradas encima suyo.
— sobadotas me das
— ...
— Pfff, tu no haz ido, ¿Puedes volver a llamarlo, Muzikato? — dijo Dany.
— Ah, esta bien
Gran parte de los chicos se alejaron del lugar, mientras que Muzi tuvo que dirigirse detrás de la cabaña, donde suponía que debería estar su amigo, que sinceramente trataba de evitar, pero sabia que no podía hacerlo por mucho tiempo.
— Flex — dijo apenas llegó.
— ¡Ah! ¿que?... — lo miro — por la madre, me asustaste...
— ¿te asuste o te desperté?
— Asustar, no estaba dormido
Y aun que podría creerle, sabia perfectamente que el peli celeste ni había tocado la cama en toda la noche.
— Ni entraste a la cabaña cuando nos fuimos a dormir
— ¿Tu que sabes? ¿me esperabas?
— Quisieras, solo no podía dormir
El castaño volteo su mirada hacia el resto del horizonte, "no esta mal" pensó de las vistas, hasta que bajo su mirada para notar la cantidad de latas bien precisamente posicionadas en el pasto.