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La luna se ocultaba con lentitud, dando espacio al sol que comenzaba a asomarse, esto mismo llamó la atención de un castaño, quien había estado durante toda la noche frente al estanque que él mismo decoró e invocó a una persona especial para él. Muzi había estado toda la noche charlando con su hermana o al menos parte de ella, ya que esta misma solo lograba visualizarse como un conjunto de vapor, que lograba verse mejor durante la luz de la luna, pero como ya estaba haciéndose de día, cada vez se lograba ver menos, lo que los obligaba a despedirse.

— Me divertí, me alegra que todo haya mejorado — habló la chica frente a Muzi.

— Lo sé, valió la pena después de todo, aún que se que todo hubiera sido mucho mejor contigo aquí — se lamentó el castaño.

— No digas eso, aquí estoy ¿No? Tal vez no estaré siempre pero sabes que te apoyo.

— Si, Mizu, gracias por eso — ambos se dedicaron unas sonrisas — nos veremos la próxima y charlaremos aún más, lo prometo.

— Está bien, mientras tanto, cuídate mucho.

Acercaron sus manos y aún que mutuamente no podían sentir el tacto del otro, mantuvieron las manos unidas hasta que el sol causó que la chica se fuera por completo, cosa que hizo que Muzi suspirara y levantara del pasto. No había dormido ni un poco en toda la noche, pero no parecía afectado, sin embargo, era consciente de que debía descansar ya que por la noche, nuevamente tendría cosas importantes que hacer. Se elevó con el objetivo de irse a su hogar, pero en ese mismo momento escuchó un ronquido, el cual llamó su atención e hizo que buscara de dónde provenía, encontrándose al final con un peli celeste, quien dormía en una posición algo chistosa sobre la rama de una árbol. Muzi se sacó de onda, pues se preguntaba desde hace cuánto estaba ahí. Con algo de su magia, hizo crecer una raíz desde la tierra que llegara dónde Flex y lo tirara del árbol.

— ¡Auch! — se quejó y despertó de golpe por el impacto en el suelo — ¿Cuál fue el mal que yo hice? — dijo algo dramático.

— ¿Qué hacías ahí? — se cruzó de brazos y se paró frente a este — ¿Tan fuerte estuvo la fiesta?

Flex al escucharlo, se sobó los ojos para verlo, por un momento no recordaba que hacía en medio de los árboles, pero a los segundos se levantó para responder.

— Ah... no, buenos días — Muzi le alzó una ceja — ¡No me mires así!

— Entonces responde mi pregunta, ¿Acaso estabas espiándome? ¡Quien se quedaría dormido justo ahí!

— Yo no lo llamaría espiar — se defendió Flex — ...te estaba buscando ya que tenía algo que decirte pero vi que estabas ocupado, no sabía cuánto ibas a tardar entonces decidí esperar, aún que al parecer terminé dormido.

— Por Margarita... vete a casa ¿Quieres?

— ¡Espera! Que tengo algo que contarte.

— Flex, recuerda que tenemos tu luna llena hoy, tendrás mucho tiempo para contármelo después, por ahora solo iré a casa a descansar.

— Oh, es cierto... pero ayer hubo la luna llena.

— Hoy también la habrá, así que la aprovecharemos, probablemente te vengan a buscar luego para darte unas indicaciones... Yo contigo me veré en el árbol del polvillo a media noche ¿Entendido?

— Está bien, nos veremos ahí entonces.

— Me parece bien.

Esta vez nada más lo interrumpió, retirándose del lugar, pero dejando al peli celeste algo desorientado, aún que con solo elevarse un poco a las copas de los árboles sería capaz de saber dónde estaba y para donde dirigirse. Lo primero que tuvo a la vista fue el gran árbol del polvillo, que era muy fácil de visualizar desde cualquier zona de Capadocia, Flex pensó en que si se dirigía para allá, sería más fácil luego guiarse para ir a casa, probablemente a seguir descansando, ya que era muy temprano, aún que en su camino ya comenzaba a toparse con hadas que comenzaban a realizar sus labores del día. Su camino no fue largo, de hecho, Flex era bastante veloz con su vuelo y llegó de un abrir y cerrar de ojos hasta la gran fuente de polvillo que contenía aquel árbol, dónde también, se topó con el mismísimo chico de sombrero pequeño.

Dulce "Vindicta" || FLEXKATO ᡣ⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora