volvió yoonkyu a narrar 🐈⬛
Luego de 3 horas de clase hemos salido, algunos estudiantes salían apurados y a corridas, otros salían calmados y tranquilos mientras que Daniel, Sunoo y yo nos dirigimos a la salida retorciendonos de la risa, nos reíamos por los chistes tontos que contaba Daniel.
––¡Chicos! Ya me voy, noona me espera en casa.–– dijo Sunoo yéndose.
––¡Dale mi niño, cuídate!–– le grité y Daniel me miró raro. ––¡¿Qué miras?! ¡Tonto!–– lo ví molesta.
––¡¿Cómo le dices mi niño si es un gigante?!–– se cruzó de brazos con el ceño fruncido, estaba enojado, ¡se veía muy tierno!
––¿Y a tí que?–– le saqué la lengua.
––¡Ya! ¿Nos vamos Yoonkyu?
––¡Ah! ¡Cierto! disculpa si mis hermanos te molestan Daniel.–– empezamos a caminar hacía mi casa.
––¡No te preocupes! Estoy acostumbrado.–– dijo riendo levemente.
––Ah-ah ¿Tienes hermanos?
––Una hermana de 12 años muy molesta.
––¡Tu hermana es grande! Mis hermanos son menores de 8 años e irritantes.–– dije levantando mi mirada para verlo, este chico era muy alto.
––¡Yah! Esta bien, ellos son niños, amaran ver a un hombre más grande que ellos, seré quien ellos admirarán.–– dijo como si fuese de esos patanes creídos.
––¡Pero que dices Daniel! tu eres un niño también y ellos te querrán pero molestar, es parte de su personalidad, no fueron educados como debieron.
––¡¿Cómo que soy un niño?! Tengo 16 años y ya voy a cumplir 17, ¡no soy un niño!–– dijo fingiendo estar molesto, eso me hizo soltar carcajadas.
––¡Si lo eres!
––Entonces también eres una niña.
––¡Callate! tu si eres niño porque te comportas como uno.–– dije sacándole la lengua, pareciamos niños peleando.
––¡Tu eres niña porque eres baja de estatura!––
Daniel paró riéndose y yo le pegué en su hombro.––¡Auch! ¡era broma!–– se quejó sobándose su hombro.
––¡Agh! tú en algún momento fuiste enano.
––¡Siempre he sido alto!
––¡Ya callate! Ya llegamos, esta es mi casa.–– señalé el lugar, paramos en mi casa, era de un celeste cielo y claro, tenia la puerta blanca super linda.
Saqué mi llave de mi bolsillo para abrir la puerta y encontrarme con un desorden, el lugar estaba lleno de plumas, almohadones tirados en el piso y desarmados, una taza tirada y ¡rota!, estaba lleno de tierra y parecía ser de las macetas de mi mamá, el lugar era un asco. Mis hermanos Songho y Yeonwo estaban brincando y pegandose con las almohadas, ¡voy a matar a estos niños!
––¡Yeonwo, Songho!–– los miré furiosa y Daniel solo miraba la escena.
––Oh oh… ¡Papá llegó Noona!–– Songho gritó.
––¿Ya llego su Noo…–– quedó sorprendido al ver el desorden que hicieron sus hijos.
––¡Fue Songho hyung!–– señaló Yeonwo a Songho.
––¡No es cierto! ¡Fue Yeonwo papá!–– se miraban ambos asustados, ja, se lo merecen.
––¡Niños arreglen todo eso antes de que llegue su mamá y le de un paro cardíaco!–– dijo como si estuviese por darle un paro cardíaco.