~•Capitulo 17•~

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~•Narra Tn•~

Aunque se suponía que debía dirigirme a la enfermería de Recovery Girl, en su lugar me dirigí a la sala de espera número 2.

Al entrar, me quité el parche, necesitando desesperadamente un respiro. Intenté soltar mi cola de caballo, pero me resultó imposible. La frustración me invadió y, en un arrebato de furia, comencé a lanzar mesas y sillas mientras insultaba a mi madre sin control. Finalmente, me detuve para recuperar el aliento justo cuando escuché la puerta abrirse.

Una de las personas que menos quería ver en ese momento estaba ahí. Todoroki estaba parado en la puerta, y al voltear para verlo, me encontré con su mirada, cargada de sorpresa y algo más que no pude descifrar. No solo por el estado caótico de la sala, sino porque me miraba fijamente a la cara. Quise hacerle un comentario sarcástico, algo como si le gustaba lo que veía, pero entonces recordé que no traía mi parche.

—¡No me veas! —grité con desesperación, mientras mis manos intentaban cubrir mi rostro. Me dejé caer de rodillas, sintiendo el peso de su mirada como un juicio ineludible.

Esperaba que se fuera. Escuché la puerta cerrarse y un alivio momentáneo me recorrió, pero entonces escuché sus pasos, camino por la sala, luego se detuvo un momento , para nuevamente caminar pero ahora hacia mi. Sus pasos se escuchaban lentos pero decididos, mi corazón latía frenéticamente mientras él se acercaba. Hice un hueco entre mis manos para poder ver el suelo y vi sus zapatos frente a mí. Se agachó a mi altura y habló con una suavidad que no esperaba.

—Toma —dijo, extendiéndome algo.

Aparté mis manos, temblorosa, para ver qué me ofrecía. Era mi parche. Lo tomé rápidamente y me lo puse, sintiendo una mezcla de alivio y vergüenza. Nos quedamos mirándonos, él intentando descifrarme y yo, por primera vez, viendo más allá de la fachada fría que siempre mostraba. Sus ojos, tan diferentes y tan parecidos a los míos, reflejaban una comprensión silenciosa.

Nos quedamos así unos segundos hasta que la realidad me golpeó. Me levanté rápidamente, intentando recuperar algo de dignidad.

—Disculpa que hayas visto algo tan horrible —dije, rascándome la nuca, tratando de calmar los nervios y la vergüenza. Él se levantó también, quedando frente a mí.— Déjame limpiar esto —me di la vuelta y empecé a recoger todo con manos torpes y desesperadas.

Pensé que se quedaría ahí parado, juzgándome, o que se iría sin decir una palabra más. Pero, para mi sorpresa, empezó a ayudarme a recoger el desastre en silencio. Trabajamos juntos, el sonido de los objetos siendo recolocados era lo único que rompía el incómodo silencio. Una vez que terminamos, nos sentamos, él al frente de mí, perdido en sus pensamientos.

—Todoroki —dije, mi voz apenas un susurro, llamando su atención. Él levantó la mirada.—¿Podrías, ya sabes, mantener esto en secreto? —señalé mi parche.

Él pareció meditar su respuesta, y el silencio que siguió fue un tormento. Hasta que finalmente, habló.

—Claro, pero con una condición —dijo. Suspiré, sabiendo que no tenía otra opción que aceptar, asentí dándole a entender que accedía.—¿Quién te lo hizo?—.

El dolor de esa pregunta me atravesó como una lanza. No esperaba que preguntara eso, aunque en el fondo sabía que era inevitable.

—Mi madre dije, en un tono serio.

Él abrió los ojos, sorprendido. Una vez que le revelé mi verdad, me levanté de mi asiento y me dirigí hacia la puerta. Antes de irme, sentí la necesidad de preguntarle algo que siempre había pesado en mi corazón.

~•Shoganai•~ [Bnha X Tn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora