Prólogo.

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Los libros de romance siempre fueron sus menos preferidos, aquellos donde todo era tan cliché y entre los protagonistas todo salía bien sin ningún problema de por medio, donde el mundo era de color de rosa cuando estaban juntos, puag, simplemente era tan ridículo y falso. Claro, seguía siendo ficción, algo que claramente no era real, la vida no era tan perfecta y sus personas tampoco, pero conocerlo se sintió como estrellarse contra una pared, pudo escuchar las voces de su subconsciente burlándose.

Pues todo había pasado en un tonto, absurdo y asqueroso cliché.

Y Trafalgar Law al fin entendió cómo era estar ridículamente enamorado de alguien.

El capitán de corazones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora