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Querido diario,

Hoy quiero compartir contigo un nuevo capítulo de mi historia de tristeza y sanación. Aunque el camino ha sido difícil, siento que estoy avanzando hacia un lugar de mayor paz y felicidad.

He seguido trabajando con mi terapeuta y explorando nuevas herramientas para enfrentar y superar mi tristeza. Una de las cosas que más me ha ayudado es practicar la gratitud. Aunque al principio me resultaba difícil encontrar cosas por las cuales estar agradecido, poco a poco he aprendido a apreciar las pequeñas cosas de la vida. Desde un hermoso amanecer hasta una conversación significativa con un ser querido, cada día encuentro algo por lo que estar agradecido.

Además, he descubierto el poder de cuidar de mi cuerpo y de mi mente. Me he comprometido a hacer ejercicio regularmente, comer alimentos nutritivos y descansar lo suficiente. También he incorporado prácticas de relajación como la meditación y la respiración profunda en mi rutina diaria. Estas acciones me ayudan a mantenerme equilibrado y a enfrentar los desafíos con mayor claridad mental.

Otro aspecto importante de mi proceso de sanación ha sido aprender a establecer límites saludables. He aprendido a decir "no" cuando es necesario y a priorizar mi bienestar emocional. Esto ha implicado alejarme de personas o situaciones tóxicas que afectaban mi salud mental y rodearme de aquellos que me brindan apoyo y comprensión.

Aunque aún hay días en los que la tristeza parece abrumadora, he aprendido a aceptarla como una parte natural de la vida. No me juzgo por sentirme triste, sino que me permito experimentar y procesar mis emociones de manera saludable. A través de la terapia, la expresión artística y el cuidado personal, estoy encontrando la fortaleza para seguir adelante y construir una vida más plena.

Querido diario, agradezco tu presencia constante en este viaje de tristeza y sanación. Me has brindado un espacio seguro para expresar mis pensamientos y emociones más profundos. A medida que continúo en este camino, tengo la esperanza de que cada día me acerque un poco más a la paz interior y a la felicidad duradera.

Con cariño, querido diario. Nos vemos pronto.