3. Celos

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-¡Oye Lucca, frena un poco tio!

Una voz chillaba mi nombre a lo lejos. Decidí frenar en seco y girarme para ver quien era. Nathan pegó una pequeña carrera para alcanzarme.

- Joder Lucca -su respiración estaba entrecortada- ¿porqué te has ido tan rápido? El entrenador te estaba buscando.

No me sorprende, está claro por lo que era. Mira que mi padre me advirtió el primer día....

- Simplemente no tenía ganas de hablar con nadie. -dije mientras comenzaba a caminar de nuevo.

Nathan me siguió. Al parecer íbamos en la misma dirección.

- Jack es un capullo, se nota que desde el principio te tiene manía.

- Pues no entiendo porque si no le he hecho nada.

Recordé nuestro primer enfrentamiento en la cafetería. Vale, admito que no empezamos con buen pie pero de ahí a que me odie, pues no lo entiendo.

Agradecí que Nathan no siguiera hablando de este tema. Seguía sin ganas de hablar de lo ocurrido. Seguimos hablando de otras cosas y descubrimos que mi casa le pillaba de camino a la suya. Quedamos en que le esperaría por las mañanas para ir juntos a clase.

Me despedí de él y entré en mi casa. Avisé de que ya había llegado y lo primero que hice fue ir al baño a ducharme. la ducha fue mi momento de reflexión. Pensé en todo lo que haya ocurrido desde que llegar al instituto. Me alegro el hecho de haber podido hacer amigos tan rápido con lo tímido que suelo ser yo.

Pero por otro lado, iba a tener que trabajar mucho en poder llevarme lo mejor posible con Jack, al menos en los entrenamientos y partidos. Este pequeño detalle se lo omitiré a mi padre. No creo que le alegre saber que hecho todo lo contrario a lo que él me avisó el primer día.

-¡Lucca, Lucca, Lucca!

Mi hermano había entrado corriendo mientras me ponía el pijama. Me preocupé por un momento pero me relajé cuando vino a darme un gran abrazo.

- ¿Has entrado en el equipo a que si? ¿A que si Lucca? -estaba realmente emocionado, hasta más que yo.

- Soy titular peque -dije acariciándole la cabeza.

-¡Lo sabía! Eres el mejor -y volvió a abrazarme.

Cuando me soltó terminé de cambiarme y él se quedó a mi lado. Parecía que tenia algo más que decirme.

-¿Pasa algo Ethan?

- Es que... en mi cole hay una extraescolar de baile y mi profe me ha dicho hoy que si quería podía apuntarme, ya que me gusta tanto bailar...

Ya sabía por donde iban los tiros...

-¿Y quieres que hable con papá verdad?

Ethan asintió mirando al suelo.

-Es que necesito su autorización y claro...

-Tranquilo peque, yo hablo con él ¿vale? -le interrumpí - Tú tranquilo que verás como lo consigo.

Me volvió a abrazar dándome mil veces las gracias. Lo iba a tener complicado, mi padre nunca había aceptado apuntar a mi hermano a clases de baile, pero esta vez lo conseguiré. Decidí que hablaría con él cuando Ethan no estuviera presente pues no sabía como iba a acabar la conversación.

Bajamos a cenar. Era el momento de darle la noticia a mi padre aunque no esperaba una reacción tan efusiva como la de Ethan.

-Bueno papá, tengo algo que decirte.

Mi mejor rivalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora