9. Jack

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¿Por qué es tan difícil entender los sentimientos de uno mismo? Tal vez porque la verdad era demasiado dolorosa de aceptar.

Desde la primera vez que vi a Lucca, algo en él me llamó la atención. Recuerdo que lo vi hablando con Sarah en la cafetería. No sabía quien era y he de decir que sentí uno poco de celos al verlo hablar con mi novia. Por eso me acerqué a ellos. Besé a Sarah con toda la intención, simplemente por si llevaba algún tipo de idea con mi novia.

Cuando Sarah me dijo que iba a presentarse a las pruebas del equipo una sensación de celos volvió a recorrer mi cuerpo. No sabía porque, pero supongo que me sentí... ¿amenazado? Algo así.

Reconozco que no fue la mejor opción encararse con él, encima era su primer día. Pero la verdad es que me sorprendió que tuviera tantas agallas y no se dejara intimidar. Ahí supe que había algo especial en él. No sabría decir que es exactamente pero verlo tan decidido y sin apartar su mirada de la mía causó algo en mí.

Esa misma tarde, llegué con el entrenador al gimnasio para hacer las pruebas del equipo. Cuando llegamos allí estaba él. El entrenador se quedó un rato en silencio, observándolo Se quedó fascinado con alguna de sus habilidades, y eso que aún no lo había visto jugar con todos. Admito que se le daba mucho mejor que a la mayoría del equipo.

Mientras el entrenador hablaba con Lucca, no podía contener ese sentimiento indescifrable. Mi intención nunca fue llevarme mal con él pero algo dentro de mi lo empezó a odiar. Parecía que su objetivo era estar por encima de mí, cosa que es absurda porque ni me conocía. Ahora supongo que solo era una excusa para evitar pensar en lo que realmente era esa sensación.

Era evidente que Lucca iba a ganar un puesto en el equipo titular. En su primer entrenamiento con el equipo recuerdo cómo se presentó con una mezcla de nervios y determinación. Estaba claro que quería encajar y demostrar lo que valía. A pesar de que se notaba que estaba nervioso, lo disimulaba bien.

Fue esa tarde cuando discutimos por primera vez. Yo no podía parar de fijarme en él e intentaba superarlo cada vez que tenía la bola en mi poder,
mostrando que mis habilidades eran mejores que las suyas. Debido a esto, ambos quisimos ir a bloquear un balón y nos chocamos,  perdiendo el punto. Fue ahí cuando exploté.

- ¿Qué demonios, Lucca? - chillé levantándome rápidamente y sacudiéndome la camiseta - ¡Deja de meterte en mi camino!

- ¡Pero si ha sido culpa tuya! - respondió alzando también su voz- ¡No has parado de quejarte!

Y tenía razón en verdad. Desde que empezó el entrenamiento no había parado de quejarme de sus colocaciones. Siempre intentaba buscar algún defecto para que pensara que no era tan bueno como se creía.

El gimnasio se quedó en total silencio mientras nos mirábamos fijamente con la respiración agitada. Pero el entrenador no tardó en separarnos y echarnos la bronca. Al terminar el entrenamiento se quedó hablando conmigo pidiéndome que por favor solucionara esto, pero yo no quería. Algo en mí no quería llevarse bien con Lucca.

...

La siguiente pelea no tardó en llegar y admito que sobrepasé los límites. Durante los siguientes días a la primera pelea había visto a Lucca y a Sarah hablar en más de una ocasión. Parecían llevarse muy bien y se reían siempre juntos. Estaba completamente celoso, no quería que Lucca se acercara a ella así que cuando tenga la oportunidad lo confronte los vestuarios.

- Lucca, tenemos que hablar -dije sin rodeos.

- Claro, ¿qué pasa? -dijo con un tono tranquilo, lo que me causó aun más rabia.

Me acerqué a él lleno de resentimiento.

- No te hagas el inocente. Sé que has estado hablando con Sarah. Os he visto ya varias veces.

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⏰ Última actualización: Jun 13 ⏰

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