Tres.

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Y por tercera vez en ésta semana, había venido a éste apartamento. Iba sonriente y con otra nota escrita en una servilleta. Toqué alegre el timbre, pero cuando abrieron la puerta, mí sonrisa se borró de mi rostro. Un chico alto, de ojos  hazel y cabello castaño claro y desordenado, estaba de pié frente a la puerta. El me miró con una ceja levantada y después me dio una sonrisa. Y volteó a ver hacía dentro del departamento.

-¡Cassie! La pizza ha llegado.- gritó.
-Ya va.-

Entonces, ése es el nombre de la chica del camisón de azul. Apareció otra chica de cabello castaño oscuro que le caía por debajo de la cintura, no llevaba nada de maquillaje y era muy delgada y alta, aún así era más pequeña que el chico. El la tomó de la cintura y le dio un beso. Sonreí de nuevo. Definitivamente no era el novio de Cassie, los dos me miraron.

-Cassie viene en un momento.- dijo la chica.

Asenti. No me importaba esperar un día enteró para ver a mí linda Cassie. La chica le dijo algo al oído y el chico asintió.

-En un momento voy contigo Kristen.-

Segundos después, que la que ahora sabía que se llamaba Kristen se hubiera ido, apareció Cassie, su enrulado cabello estaba suelto y desordenado, está vez su maquillaje no estaba corrido, pero su camisón azul estaba algo abierto de arriba, mostrando parte de su sujetador negro. Yo me sonroje, pero a ella pareció no importarle. El chico la atrajo hacía él y le susurró algo mientras me miraba, ella asintió.

-Nos vemos dentro Austin.-

Escuchar su voz me dejo en shock. No le había oído hablar antes, tenía una voz suave y dulce. Muy cerca de parecer voz de niña pequeña. El ahora llamado Austin volvió dentro y yo le sonrei a Cassie como idiota. Ella me sonrió y me tendió una mano.

-Un gustó, me llamó Cassie.-

Éso fue demasiado profesional. Da un poco de gracia, porqué su voz no combina Con su lenguaje formal. Le sonrei.

-Igualmente, me llamo Nathan.-

Ello sonrio y después movio la cabeza.

-Pero que tonta soy, no debo dejarte cargando pizza allá afuera.-

Sin que yo pudiera hacer nada, me quitó las cajas de pizza de las manos. Sé tambaleo un poco, la intenté ayudar, pero ella logró mantenerse firme.

-¡AUSTIN! ¡VEN ACA IDIOTA! ¡TU FIESTA! ¡TUS PIZZAS!.-

Reí por su comentario, Austin apareció y me miró, después la miró a ella y sólo río, le quitó las cajas de pizza a Cassie y se fue dentro del departamento. Yo tenía la servilleta entre las manos.

-Disculpa, mi amigo Austin esta organizando una fiesta está noche ¿No quisieras venir?-

Éso me sorprendió un poco. Soy prácticamente un desconocido.

-Claro, no es necesario si no gustas...-

Dijo apenada y parecía algo desilucionada, yo me sentí pésimo al ver su ánimo cambiar.

-Me encantaría venir.-

Su mirada se alegró y sus ojos brillaron, noté que sé me hacía tardé y mí padre se enojaria.

-Cassie, me encantaría quedarme ahora, pero tengo trabajo.-

Dije mostrándole mi gorrito, ella asintio, yo le di la servilleta y ella sin verla si quiera, sacó algo de su bolsillo y me lo dio, era una servilleta, yo la desdoble y leí lo que decía: "Lindos ojos."
Me causó gracia, por que mi servilleta decía "Me gustan tus ojos." levanté la vista y nuevamente ella había cerrado la puerta.

La chica del camison azul. (Editando.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora