Dieciseis.

12 2 0
                                    

Estábamos sentados en la mesa. Cassie no había preparado un desayuno, si no que un Buffet completó. Había diferentes tazones de frutas diferentes: Fresas, naranja, uvas, manzana, platano, mandarina.

Había tanto café, como jugó de naranja y leche de chocolate.

Había una torre de tortitas y a su alrededor diferentes clases de mermeladas juntó con sirope y mantequilla.

Habían dos huevos fritos en mí plató juntó a algunas barras de tocino frito. Y en otro plató un par de rebanadas de pan tostado.

Tenía un tenedor en la mano, sin poder comer nada, por la sorpresa que tenía.

-Nathan ¿Está todo bien?-

Escuchar su voz me hizo levantar la cabeza, ella me miraba preocupada, yo le sonreí.

-Si. Solamente estoy algo shockeado. Has preparado un hermoso desayuno Cassie.-

Ella cambió su mirada de preocupación a una de alegría, sus ojos brillaron y éso me dejó sin aire.

-Bueno, hace mucho tiempo que no preparaba un buen desayuno, o si quiera tenía alguien al despertar y con quien desayunar...-

Se quedó callada mirando al plató, yo la miraba sorprendido, sé veía tanta nostalgia ybtristeza en su mirada, iba a decir algo pero un ladrido me llamó la atención. Esperen... ¿Ladrido? Cassie se levantó rápidamente.

-Harlem.-

Dijo para luego salir corriendo al pasillo, me levanté y fui tras de ella, encontré una puerta abierta y me adentre en ella, y me encontré con una imagen adorable. Cassie tirada en el suelo con un perro muy lindo casi sobre ella, lamiendo su cara. Rei.

-Harlem. Príncipe. Así que Daniel te ha traído.- Cassie río.- Ese desgraciado.

Ella volvió a reír.

-Que lindo.-

Cassie pareció reaccionar que me encontraba ahí, se sentó en el suelo para luego levantarse, Harlem se le quedó viendo y empezó a dar vueltas alrededor de ella.

-Harlem, tenemos un invitado, saluda.-

Le ordenó Cassie y en ese segundo, Harlem agachó la parte frontal de su cuerpo, agachando la cabeza, haciendo una reverencia y despues levantándose, eso me sorprendió, mas yo también hize una reverencia para el, solté una risilla.

-Bien hecho, Harlem.-

Dijo Cassie y le acarició la cabeza.

-Venga, vamos a desayunar.- dijo alegré.

Nuevamente estábamos sentados, Cassie le había dado de comer a Harlem y ahora el estaba sentado juntó a ella, muy tranquilo, mientras nos veía comer, Cassie sólo había agarrado fruta, mas yo iba por la tercera tortita.

-No sabía que tenías un perro.-.

Mencioné mientras comía.

-Adopté a Harlem hace casi 6 meses, más vivía en otro lugar, después tuve algunos problemas y me mudé aquí, juntó con Daniel y Diana. Más el dueño me pidió que solamente los primeros 2 meses no tuviéramos al perro aquí. Quería ver si éramos lo suficientemente responsables para cuidar este lugar ya que todos somos muy jóvenes. Aceptamos. Así que Daniel le dejó a Harlem a su hermano. Pero no sabía que lo había traído ya.-

Dijo sonriendo y volteando a ver a Harlem, que al notar que Cassie lo miraba empezó a mover la cola, Cassie le dio unos pequeños golpecitos en la cabeza para después acariciarle.

-Veo que lo has entrenado muy bien.-

-Si. Lo adopté con 6 meses y desde un inició ha sido un perro muy obediente. Mas de lo normal. Creo.-

Después de eso continuamos comiendo en silencio. Pero no era un silencio incómodo. Era un silencio que transmitía confianza. Pasó un rato, Cassie seguía comiendo solamente fruta y yo agarraba de todo un poco.

-¿En qué trabajas?-

Ella me miró confundida.

-Si. Hace un rato dijiste que estabas trabajando. Sólo tengo curiosidad. Pero si no quieres contarme esta bien, sólo era una pregunta, no significa que me quiera meter en tus asuntos, sólo que...-

Me frene ante escuchar la risa de Cassie, ella me miraba y negó con la cabeza.

-No te preocupes Nathan. No me molesta en lo absoluto.- Tomo un trago de jugo.- Tengo varios trabajos. Soy escritora. Y doy clases de lingüística en una Universidad en linea.

-Wow. Éso es genial. Haha yo soy un fracasó entonces.-

Dije riendo. Ella era demasiado buena para ser real.

-No lo eres. Todo trabajó es bueno si lo disfrutas.-

Pasó un rato mas, terminamos de desayunar y limpiamos, dieron las 9 a.m y Cassie me enseñó muchos trucos que Harlem sabía, también hablamos de cosas sin sentido, básicamente sólo hablábamos de cualquier cosa, hasta que miré mi reloj, debía volver a casa a alistarme para mí trabajó, y ahora me encontraba en la puerta, mirando a Cassie.

-¿Podrías...-

Cassie se quedó callada. Después vi que sé puso muy roja.

-¿Podría...-

Dije insitandola a que continuará, vi que tragó en seco y levantó la cabeza mirándome a los ojos.

-¿Podrías venir por la noche y quedarte conmigo?-

Todo lo dijo muy rápido y después cerró los ojos con fuerza. Me sorprendió un poco su pregunta, mas después sonreí. Esto es lindo.

-Claro. No hay problema.-

Ella abrió los ojos y vi su alegría en ellos, éso me alegró a mi mucho.

-Bueno, no te entretengo más, andá ve a tu trabajó.-

Dijo de una forma dulce, yo asenti y me di la vuelta y empeze a caminar bajando las escaleras, ya casi llegaba abajo cuando escuché un grito.

-¡Nathan!-

Me voltee y Cassie venía bajando las escaleras, al llegar conmigo me tomó del cuello y sin decir nada me dio un besó, un besó en los labios, me petrifique por un segundo más después se lo continúe, fue un besó cortó, un besó dulce y parecía llenó de amor y confianza.

-Suerte en tu trabajó.-

Dijo Cassie con las mejillas sonrojadas y después corrió de nuevo, subiendo las escaleras, yo me quedé parado como bobo viendo como se iba. Mas una sonrisa estaba en mi cara.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 05, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La chica del camison azul. (Editando.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora