Sacerdote ♡Kookmin♡

2.

Estaba en camino con los demás sacerdotes, aún con la mente en lo que pasó en el confesionario y cómo tuvo que darse una ducha con agua fría para calmarse. Recordaba cada palabra del chico, nunca había visto al chico del lado, tendría que enfrentarlo cuando llegara de aquí.

A lo que dijo el sacerdote, nos turnaremos para no abandonar la Iglesia y nuestros deberes.

—Bien chicos, llegamos—dice el obispo que se bajó con los demás. Luego él se bajó viendo la casa que era estilo mansión de la antigüedad.

El obispo guió a todos en fila tocando la puerta, donde salió un señor como mayordomo dejándonos entrar.

—El joven Taehyung practicaba mucho la ouija, cosas de santería y no creía en nada de eso hasta que un amigo, entre comillas, le sugería cada cosa hasta que al final hicieron un ritual el cual está dentro de él.

—¡Malditos hijos de puta, me chupan la verga!—dijo la entidad gritando y riéndose a la vez con una voz de otro planeta.

—Glosolalia demoníaca, él está poseído por una entidad muy fuerte y estos suelen ser muy groseros e irrespetuosos. Traten de ignorar todo, dirá cosas que tal vez intenten herirles o hacerles pasar vergüenza, pero solo ignoren, él miente—Todos movieron la cabeza en señal de afirmación. Estaba nervioso, sabía que ser cura conlleva a muchas cosas, pero nunca estuvo preparado para algo como esto.

—¡Han llegado mis muñecas religiosas!— dice el demonio que poseía al chico, con unos ojos rojos, piel pálida y arrugada, sus manos y pies estaban atados.

—¿Qué, no van a hablar?— dice la entidad con un mohín.

—¿Huelen ese olor? Ese es el olor de cómo me follo a este cuerpo, ahora es mío—Las groserías salían de la boca del demonio, lo que lo ponía nervioso.

El obispo da órdenes a dos padres mientras el sacaba algunas cosas de su maleta, se las dio a Yoongi y a Ryewook.

—En el nombre de Dios, te ordeno que te vayas— dice Yoongi con una cruz en la mano.

— ¡Qué jodido, ese Dios me puedes chupar toda la...!—Antes de que terminara la palabra, Ryewook le echó agua bendita.

—¡Maldito hijo de puta!—era una voz grave y endemoniada.

—Tú y tus jodidos ayudantes no podrán salvar la vida de este chico, así que largo de aquí—dice el demonio.

—En el nombre de Dios, te ordeno que te vayas—vuelve a repetir Yoongi.

—Dejen de joder con sus Dios—con un poco de nervios, toma seguridad y entra.

—Por el poder de Dios, te expulso— agarra el crucifijo con una mano y con la otra toma un poco de agua bendita echando al demonio, el demonio pareció reaccionar haciendo muecas de dolor hasta que tenía esperanzas de que se iría. El demonio se empezó a reír.

— ¡Deja de joder, niño! Ve mejor a decirle a tus papás que te gusta las pollas—el demonio suelta, dejando a todos sorprendidos, pero el obispo interfiere.

— no lo escuchen, él no dice la verdad— el demonio mira al obispo y empieza a reír.

— ¿no? ¿Qué tal esa vez que violó a ese niño sin hogar? Mucho golpe de pecho con el Señor de los Cielos, me llaman demonio a mí, y eres peor que yo, jodido obispo— todos quedaron sorprendidos con la confesión del demonio.

— no lo escuchen, vamos todos para afuera—dice el obispo.

—Jungkook, tú debes pecar para merecer— el demonio le guiña el ojo haciendo que lo mire por unos segundos hasta que el obispo se lo lleva.

—vamos todos, por ahora ocupo dos vacantes, Ryewook, Eunwoon se van a quedar conmigo, todos regresen a la iglesia— todos aceptaron. Su mente giraba la respuesta del demonio de que le gustan las... no quería pensar en ello, así que solo lo ignoró y se subió al bus.

...

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Cinco días después...

se encuentra en el altar de la iglesia, vistiendo sus prendas sacerdotales con solemnidad y devoción. Su voz resuena en el templo mientras comienza a ofrecer el sermón a los fieles presentes.

—Queridos hermanos y hermanas, en este día sagrado nos reunimos para reflexionar sobre la importancia de la fe y la compasión en nuestras vidas. Recordemos que el amor y la bondad son los pilares que sostienen nuestra existencia y nos guían hacia la luz divina—expresa con serenidad y convicción.Con cada palabra, transmite un mensaje de esperanza y redención, instando a la congregación a mantener la fe en tiempos de adversidad y a buscar la paz interior a través de la conexión espiritual. Sus palabras están llenas de sabiduría y consuelo, inspirando a todos los presentes a reflexionar sobre sus propias vidas y a buscar la armonía en medio de las pruebas.

—Que la luz del Señor ilumine nuestro camino y nos guíe hacia la verdad y la comprensión. Que en cada acto de amor y compasión encontremos la gracia divina que nos fortalece y nos renueva. Que la fe nos sostenga en los momentos difíciles y nos conduzca hacia la paz interior—concluye con una mirada serena y llena de esperanza. se encontraba frente al obispo, con una mirada de determinación en sus ojos mientras compartía los detalles del complicado exorcismo que estaban llevando a cabo.

El obispo escuchaba atentamente, con una expresión seria y reflexiva en su rostro, evaluando la situación con cautela.

—Jungkook, la presencia maligna que enfrentamos es poderosa y astuta. Debemos permanecer unidos en la fe y la oración para vencerlo—expresó el obispo con solemnidad.

—El camino que nos espera no será fácil, pero confío en tu valentía y en la guía divina que nos acompaña en esta batalla espiritual—Ambos se prepararon para enfrentar los desafíos que les aguardaban, unidos en su determinación de liberar al poseído de la influencia demoníaca. Con la esperanza como su escudo y la fe.