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༼ ⋆ Es raro... Apenas los conozco y ya no mequieroseparar de ustedes. ⋆༽
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AZUMI SIEMPREHABIA sido una niña enérgica que siempre tenia una dulce sonrisa en el rostro a pesar de que vivía en soledad, sus hermanos jugaban con ella cuando se los pedia, pero detras de esa amabilidad se ocultaba la irritación que les causaba.
Y ella lo sabia, no era secreto para nadie de que el odio de la familia se habia centrado en ella a la corta edad de cinco años al morir su abuelo paterno, el lider del clan Chō.
Quien diria que ser el cuarto hijo significaba en las normas de la familia, que eras heredero inmediato de la fortuna familiar que nunca pediste tener y que solo utilizaras al cumplir los dulces dieciséis.
Su abuelo solo tuvo dos hijos, cada uno formo sus propias familias con la mujer que amaban, pero detras de ello estaba la codicia de heredar la fortuna del clan.
Lastimosamente, ella tuvo que ser la cuarta y tuvo que llevarse la peor parte del reglamento, el vivir con el odio y la envidia directa de sus familiares más cercanos a ella.
Sus pensamientos siempre terminaban en ese tema sin quererlo, haciendo que se desanime y que comience a jalarse el cabello por la angustia que sentía cada vez que ocurría.
── Hola... Azumi ¿cierto? ── dijo una voz que la saco de sus pensamientos, reconociéndola casi al instante
Asomó su rostro oculto entre sus brazos y miro a la persona que estaba frente a ella, encontrándose nuevamente con el azul eléctrico de los ojos ajenos, este le sonrío al verla asentir con la cabeza; dando a entender de que si era su nombre.
── Hola... ¿Killua? ── devolvió el saludo dudosa de haber dicho bien el nombre del niño, este asintió y luego se sento a su lado
