Cafetería fantasma

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Cada día que pasaba mi ansiedad aumentaba, no podía creer en lo que me había metido, era una locura. En las otras historias por lo menos conocía a los chicos, a Axiel lo conocía de toda la vida y a Fabián, pues tenía referencia sobre él y aparte creo que no hubiese querido conocerlo sería estúpido. Si creo que es estúpido ¿Por qué acepté ayudar a Gimena en esto?
No tengo la menor idea, quizás por buena persona o simplemente quería vivir una aventura más. Definitivamente, eso fue y es que como alguien que tiene discapacidad, estas experiencias no se dan todos los días.
En ese momento pensé que era buena idea y que sería una excelente historia para contar en el futuro y si que lo es. Sin embargo, aun cuando es un buen chisme, no estuvo nada bien. Pusimos en juego nuestras vidas no entiendo que tenía en la cabeza.
10 de noviembre de 2017 fue la fecha en que conocimos a Rodrigo. También fue el día en que nos secuestraron…
Es broma je, je, je. Pero pudo haber pasado en definitivo si.
Desperté con mi cuerpo más rígido de lo habitual, debido a los nervios, y eso me pasa cuando estoy muy estresada o preocupada, y lo estaba. Como no estarlo, si en la actualidad hay tantos casos de chicas que por encontrarse con sujetos de Internet  fueron violadas o asesinadas.
Y allí me tienen armando una estrategia digna de un oscar para poder vernos con Rodrigo.
En el primer año de bachillerato solía ir a comer con mis amigas a una cafetería pequeñita que quedaba muy cerca del que fue mi instituto.
En ese entonces aún iba a comer allí con mamá y mis hermanos, ya que quedaba muy cerca, también era muy accesible para llegar con mi silla de ruedas.
Y la idea de encontrarnos con Rodrigo allí se me ocurrió a mi ya que era lo único fácil y cercano que teníamos.
Sabía que si le decía a mi madre nos daría permiso de ir solas a ese lugar, que por cierto nunca me fijé cuál era su nombre, es más, creo que era un comedor clandestino o algo así porque era dentro de una casa y no tenía letreros de nada. Pero se comía muy bien a parte me conocían y si algo se tornaba sospechoso podíamos recurrir a ellos.
Al menos esa era mi brillante idea de salvación.
Si no sabíamos el nombre del lugar, ¿Cómo le dimos la dirección a cara de mazorca?
Ay, aquí lo que sobra es la creatividad e ingenio.
Un domingo antes de la cita, sin que nadie se diera cuenta nos salimos unos minutitos de la iglesia y tomamos fotos de todos los lugares alrededor para que pudiera llegar sin problemas. Y ahí nos miran tomando fotos por doquier.
Comenzamos por el colegio, luego una papelería también a las calles hasta llegar a la cafetería fantasma.
Básicamente, hicimos el trabajo de Google Maps, aparentemente, Rodrigo nos entendió y quedamos de vernos a las 4:30 pm.
Reconozco que poner mi vida en riesgo, hizo que olvidara mi beso con Joel. Más o menos, la verdad era difícil no recordar algo tan especial y mágico. Pero lo de Gimena y Rodrigo me tenía preocupada, había tantos desafíos por enfrentar.
El que más temía aparte de que nos secuestraran o hicieran algo malo era a que mamá nos descubriera, ese sí hubiera sido un inmenso problema.
El jueves Joel me invitó a su casa para ver películas y justo quería que fuera el día del  encuentro y a la misma hora de este.  Por más que me muriera de ganas por ir, tuve que inventar una excusa, no podía decirle que haría esa tontería.
Él fue muy claro diciéndome que no me volviera a enredar en situaciones de redes sociales y tenía toda la razón.
Es que Nathaly Rojas nunca aprende ni siquiera cuando el hombre de sus sueños le da consejos.
Llegó el gran día sábado 10 noviembre. Había buen clima, cielos despejado, sol radiante. Perfecto para ir en busca del amor.
Gimena se arregló súper bonita se hizo unas ondas en el cabello y se maquilló muy lindo y de vestimenta se puso una camisa muy coqueta negra, falda con estampado de flores y botines. Se veía espectacular. Y yo toda simple, Jeans rosas y una camiseta morada y convers blancos, lo que normalmente utilizo para ir a las reuniones de los sábados.
Antes de irnos no se quien estaba más nerviosa si Gimena o yo.
Para ella era un sueño pues conocería a su supuesto novio y no le importaba el riesgo a que nos exponíamos.
En cambio a mi se me estaba saliendo el corazón y no de buena manera, sentía que Rodrigo nos podía hacer daño, por eso le pedí a Gimena que lleváramos algo para defendernos en caso de emergencia, lo único que pudimos encontrar fueron unos cuchillos de plástico que vienen en las comidas, creo que mis dientes tienen más filos que esos cuchillos. Pero algo es algo.
Considero que la habilidad de que todo se complique en mi vida es de un 98.99% ya entenderán porqué.
Llegamos a la iglesia y todos se estaban yendo porque se había cancelado la reunión de jóvenes. Al parecer la hermana Lucy, quien  dirigía la reuniones y era muy buena, tuvo un imprevisto y no pudo llegar a la iglesia.
Oh-oh-oh.
Gimena y yo nos miramos con cara de preocupación. ¿Qué iba a suceder con Rodrigo?
Nuestro plan original era decirle a la hermana que iríamos a comprar algo mientras se prepara para la enseñanza, cosa que los chicos hacían siempre, pero en este caso hubiese estado terrible porque era mentira, aunque fue la única solución que teníamos no era correcta.
Y ahora todo el plan se venía abajo, mamá olvidó que desde hace unos días le había dicho que con Gimena iríamos a comer a la cafetería después de la reunión.
Le dije eso porque jamás aceptaría que nos perdiéramos el mensaje. Si están confundidos es sencillo.
Le mentiríamos a las dos lo que era aún peor pero no pasó. Quizás piensen que allí acabó todo…
Pues no, justo en la puerta de mi casa, tuve otra fantástica idea.
Si no podíamos ir a la cafetería, mamá podría darnos permiso de ir donde Valentina un rato.
Fue impresionante si nos dejó ir.
La expresión de mi prima era de confusión total, ella creía que en verdad estaríamos en casa de Valentina, cuando claramente tenía otro plan bajo la manga.
En la casa de mi querida amiga mamá nos dijo que cuando quisiéramos irnos solo le habláramos y listo. Aquella chica me veía como si quisiera matarme, y en cuanto escucho mi idea, de nuevo volvió a amarme. Valentina habló con su madre y solo le dijo que iríamos a comer a la cafetería fantasma, así la nombramos ya que todos la conocían, más nadie tenía idea de su nombre, es como si fuera un lugar invisible visible. La madre de Valentina tiene algo que la mía no y es que a pesar de las convulsiones que sufre Valentina la deja que experimente cosas nuevas y permitió que nos fuéramos así nomas sin objeciones de nada.
Aunque si le hubiera dicho que nos encontraríamos con un desconocido, creo que habría pasado algo distinto. En fin salimos corriendo, pues teníamos el tiempo justo para llegar a la cita que ya no solo era Gimena, éramos tres chicas a punto de conocer a Rodrigo, un militar que no sabíamos sus intenciones.
En el camino, las personas nos observaban muy raro, ya que no era común verme sin mi madre o hermanos y mucho menos a la velocidad del Rayo McQueen, riendo y gritando como una loca.- Si podemos lograrlo rápido vamos.
Al llegar a la cafetería no saben lo que sucedió…

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