Un secreto por revelar

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Toda mi vida he creído que hay un ser superior, y ese es Dios.
Jamás lo he dudado.
No niego que en ocasiones mi fe se ha confrontado.
Al igual que todos he tenido miles de preguntas sobre mi condición.
La mayor de ellas es ¿Por qué yo?
Creo que en una época de colegio, cuando miraba a mis compañeros en la clase de educación física y veía como corrían y saltaban y yo sentada sin hacer nada, fue muy aburrido y un tanto duro.
A pesar de no hacer las actividades físicas, no piensen que me salvaba , pues tenía que hacer investigaciones sobre el deporte que practicaba mi clase, para luego hacer un examen de ese mismo . En mi opinión es absurdo, pero no había otra manera de evaluarme, un dato curioso, sabían qué se dice que el balonmano es una combinación de fútbol, baloncesto y waterpolo y hay dos árbitros que dirigen el juego: el árbitro de línea de gol y el árbitro de cancha.
¿De que me sirve saberlo?
¿Acaso jugaré balonmano algún día?
Con mi condición no lo considero posible.
Aunque…
Para Dios no hay nada imposible, eso lo tengo bien claro.
De verdad me aterra mucho contarles esto , pero si voy a narrar mi historia , tengo que hacerlo bien.
Traté de ocultar esto el mayor tiempo posible, considero que es hora de revelar mi mayor “secreto”
En la vida existen personas muy talentosas; unas pueden cantar, otras bailar y otras podemos escribir.
Por ejemplo una de mis escritoras favoritas es Adriana Macías . Quien escribe con los pies, de hecho hace todo con sus pies, debido a que nació sin brazos.
Ella ha sido una de mis más grandes inspiraciones.
Yo no les he dicho como hago para escribir, si no controlo mi cuerpo.
Supongo que se habrán preguntado en la manera en la que escribo .
Tal vez piensan que alguien lo hace por mí, al principio lo fue.
Como en varias películas de personas que tienen movilidad reducida y tienen asistentes para que les ayuden a escribir y enviar mensajes mi madre lo hacía.
Duró poco tiempo, porque la señorita Nathaly no quería que su madre supiera todos sus secretos.
Quiero explicar mi situación, desde que descubrí mi talento, solo permito que me ayuden cuando en verdad no puedo revisar mis dispositivos móviles.
Por ejemplo cuando me enfermo y tengo gripe dejo que mi madre o mis hermanos me ayuden. 
Fuera de eso me la paso navegando en Internet casi todo el día, seguro están confundidos y la verdad estoy alargando lo que tengo que decir.
No entiendo por qué es tan difícil decir que escribo con la nariz...
¡ Sí ! Con la nariz.
Unos pintan con los pies otros con la boca y yo escribo con la nariz.
En realidad no me gusta hablar de eso, no porque me da vergüenza, sino que la gente no me creen y me enoja mucho que me pidan que les muestre como lo hago es muy tedioso.
Entiendo que tengan curiosidad de verlo,   sin embargo es mi privacidad y no me gusta que lo vean. También sé que es una cuestión mía y he tenido que trabajar en eso.
Y es la razón por la cual me atrevo a contar esto.
Ustedes si lo creen … Sé que cuesta entenderlo pero es real.
Cuando cumplí 13 años, antes de descubrir que los chicos pueden llegar a ser muy pero muy malos.
Mi padre me regaló un celular Blackberry . Lo había pedido desde navidad , ya que por “accidente” Elena y yo lo habíamos visto en su oficina en su caja, señal clara de que estaba nuevo.
Creo que no me lo dio en ese momento porque mi padre se preguntaba como lo usaría , sin embargo los maestros siempre inculcaron en mis padres a que yo viva todas las etapas de los seres humanos , eso es fabuloso porque ellos me tratan como una hija normal y no me ven como bicho raro o como carga.
He oído hablar que existen padres que abandonan a sus hijos solo por su discapacidad, otros los esconden porque se avergüenzan de ellos , lo cual me parece terrible.
Dios me mandó a una familia que me ama y lucha por verme feliz.
En el instante que recibí ese teléfono hermoso color   verde, teclas brillantes.
Jamás imaginé que traería tantas alegrías y tristezas a mi vida.
Fue un enorme logro cuando puse la radio por primera vez sola en aquel teléfono tan pequeño , me costó muchísimo , pero la recompensa fue muy gratificante.
Hice algo por mi propia cuenta.
No fue nada fácil , pero valió la pena.
Desde ese día me propuse a enviar un mensaje de texto a mi padre , tardé varios días , pero así como pude abrir el icono de radio , también abrí el de mensajería, escribir un simple Hola.
Es muy sencillo para ustedes hacerlo.
Yo demoré tres días y una hora para escribir 4 letras.
Jamás me rendí hasta lograrlo.
Mis padres no creían que eso estaba pasando, tuve que hacer una demostración en vivo para que pudieran creerlo.
Recuerdo ver a mi padre llorar de alegría al verme haciendo esto.
Y bueno desde entonces me he convertido en una experta en la materia , conforme pasó el tiempo era más fácil, la tecnología avanzaba y mi talento junto a ella.
A los 16 me dieron una tablet no sé qué pasaba por mi mente loca.
Anthony me fue con el chisme de qué me iban a regalar una tablet y en vez de ponerme feliz me enojé porque no quería una tablet yo quería seguir con mi celular, que tonta hice todo un drama porque no quería que me dieran un nuevo aparato.
No quiero justificarme , pero tenía mucho miedo a no poder usarla.
Que torpe si pude una vez iba a poder siempre, lo intenté y fue mucho más fácil , podía meterme a nuevas aplicaciones   y hacer de todo un poco editar videos, subir fotos escuchar música, descargar música , hablar con mis amigos etc.
Técnicamente, puedo hacer todo lo que se hace en una pantalla inteligente, el único inconveniente es que solo puedo hacerlo cuando estoy acostada.
Entiendo que sea difícil de creer, Dios me ha dado este don, habilidad con un propósito.
Al principio no lo entendía , hice cosas que no eran correctas.
Como engañar a un Chico fingiendo ser alguien que no era.
Esa historia es muy entretenida, pero pienso que tienen que asimilar como les escribo esto.
Y yo tendré que aceptar que ya lo saben.
Decidí contarles esto porque es una manera de ver que Dios no nos deja jamás y nos da la solución a todos nuestros problemas , por muy locas que sean pero ahí están.
Prometo contarles sobre Axiel el chico al que engañé por Internet y destrozó mi corazón en la siguiente ocasión.

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