Capítulo 6

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"Sé lo de tu intento de escape."

-¿Qué...?

-Buenas, amo Ulises.

-¡Gordon! ¿¡Qué es esto...!?

-Su madre pidió que se lo entregase.

-¿¡Pero entonces por qué no me lo diste directamente!?

-Tenía que atraerlo a usted aquí, a la biblioteca.

-¿Por qué? ¿Y qué significa ese escrito?

-Para confesarle una cosa muy importante...


Ulises retrocedió unos pasos.

-Lo ocurrido es beneficioso para todos... Especialmente para usted.

-¿Para... para... mí?

Algo raro y macabro había ocurrido...

-Si, amo Ulises. Su madre debe estar muerta ya, junto a los demás.

-¿¡Qué!?

-Me encargué de ese... «problema»

-¿¡Qué quieres decir!?

-Usted quería escapar... Ya no tiene por qué hacerlo... Todos ganamos.

-¿Cómo... cómo sabes tú de eso? Ese mensaje de mi madre puede ser falso...¿¡Qué ganas tú con eso, psicópata!?

-A usted...

-¿¡Qué??

El joven quedó sin escapatoria, de tantos pasos en retroceso que había dado había quedado a espaldas de una pared.

-Yo lo amo, amo.

-¡Aléjate de mí!

Ulises lo empujó al suelo.

-Sé que te gustan los hombres. A mí también. Somos almas gemelas, no te has dado cuenta de eso aún, pero lo harás, yo me encargaré de eso, mi amor.

-¡Aléjate de mí, asqueroso! ¡Que sea gay no significa que esté loco como tú!

-¿¡Qué dices, chiquillo estúpido!?

-Llamaré a la policía ahora mismo, te llevarán a la cárcel por el asesinato de mi madre, de Miriam, que estoy seguro tú tuviste algo que ver también y por acoso hacia mí .

Aquel hombre crea una sonrisa fría y maquiavélica en su rostro, para finalmente decir en un tono grave, tenebroso e intimidante:

-Nadie dijo que escaparías para contarlo. Viviremos juntos. Viviremos con amor. Viviremos felices. Y sin que nadie nos cause dolor.

-¡No, no lo permitiré!

Ulises corre por su vida hacia afuera de la biblioteca...

En el comedor se encuentran todos encima de la mesa, algo inesperado, pues había dejado a su madre comiendo, ella nada más...

-¿¡Qué pasó aquí!?

Se oyen lo fuertes y oscuros pasos de Gordon a lo lejos, mientras le responde en voz alta y estruendosa:

-¡Eso significa que el veneno en la comida de tu madre y el gas funcionó!

En la mesa se encontraban los cadáveres de su madre, las sirvientes que trabajaban en ese día alrededor del comedor, el del padre en la entrada y... el que menos se esperaba... el de Sasha Grey. Todos completamente pálidos.

-¡Noo!

Las lágrimas, visión nublada por el shock y el pavor, se hacían de más poder en cada segundo, en el cuerpo del chico.

-Te amo, Ulises. No te dejaré ir. Seremos felices... por siempre.

Aquel horrible hombre consiguió fuerzas de su interior y comenzó a correr, casi de forma inhumana.

-¡Aléjate de mí, desquiciado, psicópata, loco!

Él corría de su acosador obsesivo recién descubierto, con pavor en cada punto de su cuerpo, la adrenalina le estaba dando una gran fuerza de voluntad z gran agilidad y determinación... Pero él efecto de la adrenalina no dura mucho...

-No puedo más...

Su mansión se encontraba situada en el centro de un terreno con una gran extensión, tan larga que para salir se tenía que usar un medio de transporte, porque si fuese a pie el cansancio y la demora serían notables.

A lo lejos venía Gordon, en un auto que al parecer había escondido para que el chico no utilizara, en caso de intentar escapar, como justo ahora.

-¡Sr. Ulises, venga por aquí, rápido!

«Serendipia»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora