Capitulo 15

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Después de pagar la cuenta del hospital, Taylor les indica que deben salir de allí lo antes posible, antes de que Gordon los encuentre. Compran rápidamente algunas armas en una armería cercana y se dirigen hacia la mansión donde saben que Gordon está esperando. El corazón les late con fuerza mientras se acercan a la mansión, preparándose mentalmente para el enfrentamiento que están a punto de tener. Taylor les recuerda que deben actuar con rapidez y precisión si quieren vencer a Gordon y proteger a Ulises de ser descubierto. Con determinación en sus ojos, Harold, Ulises y Taylor se adentran en la mansión, listos para enfrentarse a su enemigo y llevarlo al infierno como prometió Taylor. Juntos, están dispuestos a luchar hasta el final para proteger a los que aman/ban y acabar con la amenaza que los persigue.

La tensión se palpaba en el aire mientras Harold, Ulises y Taylor se adentraban en la oscura mansión, con las armas en mano y los corazones latiendo con fuerza. El sonido de sus pasos resonaba en los pasillos vacíos, preparándose mentalmente para el enfrentamiento que les aguardaba.

-Está en el salón principal. Prepárense, no sabemos qué nos espera allí dentro. _Advirtió Taylor en voz baja, con la mandíbula tensa y la determinación brillando en sus ojos.

Al llegar al salón, se encontraron con Gordon, quien los recibió con una sonrisa siniestra en el rostro.

-Así que finalmente decidiste enfrentarte a mí, Ulises. Qué valiente, pero ingenuo. Y veo que trajiste contigo a más amiguitos. _Anunció Gordon, con una voz fría y amenazadora.

-Ya es suficiente, Gordon. Tu juego ha terminado aquí. _Respondió Ulises, con voz firme, apretando el gatillo de su arma y disparando al infractor.

Los tiroteos estallaron en la habitación, los disparos resonaban en el aire y las balas volaban en todas direcciones. Harold, Ulises y Taylor se movían con agilidad, cubriéndose entre muebles y esquivando los disparos de Gordon, quién también tenía un arma, previniendo toda situación posible, quien se mostraba desquiciado y desesperado por acabar con ellos.

-¡No escaparán de mí! ¡Serán mis esclavos y sirvientes sexuales por toda la eternidad, sobre todo tú Ulises! _Gritaba Gordon, mientras disparaba una y otra vez con furia descontrolada.

-¡No permitiremos que eso suceda! ¡Te enfrentaremos y te venceremos, aunque nos cueste la vida! _Exclamó Taylor, disparando certeramente hacia Gordon y alcanzándolo en el hombro.

Los gritos de dolor de Gordon llenaron la habitación, mientras su mirada enloquecida se cruzaba con la determinación de Ulises, Harold y Taylor, quienes habían decidido no rendirse ante la amenaza que los perseguía. El enfrentamiento se prolongó durante lo que parecieron horas interminables, cada uno luchando con valentía y determinación para proteger a los suyos y poner fin a la pesadilla que los había acechado. Balas, golpes, gritos y sangre pintaban la escena de un combate brutal y despiadado.

Finalmente, con un último disparo certero, Gordon cayó al suelo, derrotado y sin aliento. El silencio se apoderó de la habitación, mientras Ulises, Harold y Taylor se miraban entre sí con alivio y satisfacción, sabiendo que habían logrado vencer al enemigo y hacer justicia por sus propias manos. Pero la batalla no había terminado, aún quedaban muchas incógnitas por resolver y desafíos por enfrentar. Con el corazón latiendo aún más fuerte, Harold, Ulises y Taylor sabían que debían estar preparados para lo que vendría a continuación, enfrentando juntos cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. La noche estaba lejos de acabar y el destino les deparaba un futuro incierto, pero una cosa era segura: No tenían miedo.

-No tan rápido, niñatos...















Fin...

«Serendipia»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora