III. "Look at it, look at me."

69 7 5
                                    

ℳ𝐎𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑⠀⠀┈┈─┄ ·⠀⠀CHAPTER 2.

𝅄︶ ͝ ⏝ ⊹ ⏝ ͝ ︶𝅄

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝅄︶ ͝ ⏝ ⊹ ⏝ ͝ ︶𝅄

Ciprianni se levantó de manera perezosa de su cama. Por primera vez estaba odiando el reloj de su mesita de noche por recordarle que debía ir a trabajar. Una vez espabilo, se dirigió al baño y cambio su pijama morado por su característico traje de vestir, también morado. Era su color favorito siempre y cuando se combinará a la perfección con su humor y sus accesorios.

Alisó su traje un poco antes de ir a la cocina y prepararse un café amargo; un buen energizante para una larga jornada. Peino su cabello y le dió un guiño coqueto a su reflejo, una rutina que se le daba bien y aumentaba un poco su autoestima. Salió de su departamento, dirigiéndose al elevador que rápidamente lo llevó a la recepción.

Buona giornata. ─ Saludó a una de las gemelas Sverchzt quien parecía un poco abrumada. Jugueteaba con sus manos, y miraba constantemente tras de ella. ─ Disculpe que me entrometa pero, ¿le ocurre algo?

Francis... ─ Murmuró apenas el italiano termino. ─ Él estaba frente a mi puerta está mañana, le pregunté si necesitaba algo y solo se quedó mirándome... ─ Cubrió su rostro. Angus se le acercó un poco hasta poder tomar su hombro. La gemela parecía querer entrar en crisis. ─ Parecía otra persona, hasta hace poco comenzó a seguirme. Tuve que correr para perderlo.

Angus echó una mirada tras de la chica, notando que en efecto, el lechero estaba ahí en los pasillos, pero parecía ocultarse bajo las sombras del edificio. Chisto la lengua, llamando la atención de Selenne.

Yo me encargo. ─ La vió sonreír y eso lo conmovió. Las gemelas siempre eran un poco introvertidas por el asunto de su fama como modelos, pues se limitaban demasiado gracias a los paparazzis.

Selenne le agradeció y fue directamente con el portero para pedir su solicitud de entrada, y más papeleo. Angus por su lado, fue hasta donde Francis, con una actitud firme, dispuesto a confrontarlo y pedir explicaciones acerca de su extraño comportamiento. Una vez ahí, ambos se miraron en silencio por un largo tiempo. Los ojos del lechero tenían un aspecto aún más demacrado, y sus ojos parecían destellar, aunque el italiano lo atribuyó a la luz que alumbraba el pasillo.

¿Qué te ocurre? ─ Comienzó algo agresivo, pero quería de una vez por todas aclarar todo. Mosses lo miró en silencio. ─ Habla ahora. 

─ No es tu asunto. ─ Recriminó, en un tono que jamás creyó escucharle. Ciprianni se permitió ofenderse.

Es mi asunto, ayer fue con Margarette, y hoy con Selenne. ¿Por qué? ─ Alzó una ceja, inclinandose hacia él en pos de agregar algo más. ─ Recuerda que tienes una esposa y una hija, se que no te agradaría si a Nacha le hacen algo como lo que tú estás haciendo ahora.

MONSTER. | Francis Mosses &. Angus Ciprianni. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora