Rápidamente me duche, me puse un vestido algo estrecho, me maquille y me peine la melena. Me puse los zapatos, cogí mi móvil y un abrigo por si me refrescaba y baje a bajo. Will ya se había ido, solo estaban Sussan y Robin, sus padres.
-Si veis a mi madre decirle que he salido-Les dije.
-Vale Jenna, pasatelo bien-Me contestó Sussan.
Salí de la casa y me dirigí a la playa, donde esperaba ver a Sam. Cuando llegué a la playa, me sorprendí con la cantidad de gente que había, la mayoría chicos y chicas de mi edad, o eso parecía. Me adentré un poco más en la playa hasta llegar al centro, donde se encontraba la gente. Había una hoguera que todos rodeaban sentados en la arena, entre todos ellos pude identificar a Sam, y me acerqué a saludar.
-¡Hola Sam!-Exclame emocionada
-¡Has venido!-Dijo él, con una sonrisa mientras se levantaba para darme un abrazo.
-Ven te presentare a mis amigos-Añadió.
Un poco nerviosa por el hecho de conocer a alguien nuevo conteste
-Esta bien-
-Ellos son Noah, James, Michael y Zoe- Dijo señalando a cada uno de ellos.
-Encantada, yo me llamo Jenna- Añadí con una sonrisa.
La noche no podía ser más perfecta, estaba en mi primera hoguera con Sam y hasta había hecho nuevos amigos, todo iba bien pero entonces lo vi. Will estaba unos pasos más lejos que yo, pero él parecía que estaba más entretenido, ya que se estaba comiendo la boca con una chica.
No se porque, pero senti un dolor en el pecho, notaba como el corazón me iba a mil, pero no podía ser, yo detestaba a Will, me daba igual que se besara con una chica. Entonces poseída por los nervios, sin pensar en lo que hacía, cogí a Sam del brazo acercandolo mas a mi y le bese.
¿Qué estaba haciendo? me pregunté a mi misma, pero la verdad que no tenía ni idea, me había dejado llevar por los nervios, pero ahora no había marcha atrás.
Para ser honesta Sam no besaba mal, de hecho besaba mejor que bien, el beso duró unos segundos hasta que nos separamos uno del otro. Ninguno sabía qué decir, él estaba tan en shock como yo.
-Jenna..- Dijo él susurrando un poco.
-No hace falta que digas nada Sam, lo siento mucho-Conteste rápidamente.
-Jenna- Me volvió a repetir el.
-De verdad Sam, que no hace falta que digas nada- Conteste sin creerme aun lo que había hecho.
-¡Jenna!- Volvió a llamarme Sam, desesperado porque no le dejaba hablar.
-¿Te gustaria que quedaramos mañana?-Siguió el.
¿Espera que? no me creía nada de lo que estaba pasando, ¿Sam quería seguir quedando conmigo? Estoy en shock.
-Claro- Conteste.
Aunque no supiera muy bien lo que hacía, no le iba a decir qué no, al final yo era la que le había besado, y Sam me gustaba.
A pesar de que estaba feliz por lo que había pasado con Sam, en mi cabeza no desaparece Will. Y la verdad, no entendía el porqué, yo le caía mal y él también a mí, él era el típico chico malo y yo la chica buena y perfecta. Nuestro odio era mutuo, pero entonces ¿Por qué me pasaba eso? Me obligue a no pensar más en Will en lo que quedaba de noche, pero entonces apareció
-¿Qué haces aquí?-me dijo Will apretando la mandíbula mientras se acercaba a donde yo estaba.
-¿Tienes algún problema con que esté aquí?-Respondí enfadada.
-Tu no puedes estar aquí, eres demasiado pequeña.-
-¿Pero como que pequeña? Te digo una cosa Will, déjame en paz, tu por tu lado y yo por el mio.-
-Nono, las cosas no van asi, tu ahora mismo te subes en la moto y te llevo a casa.-
-No voy a consentir que una niñita tonta me hable así.-
-¡Yo no soy ninguna niñita tonta y no me pienso ir de aquí!-
-¡Súbete en la moto ya!-
-Dejala en paz, te está diciendo que no se va a ir-Le dijo Sam a Will.
-¿Y tú eres?- Contestó Will aun con la mandíbula apretada y una mirada de que como Sam le dijera una palabra más lo asesinaba.
-¿Yo? yo soy su novio- Le dijo Sam sin saber dónde se metía.
Espera ¿Que? ¿Acababa de decir que yo era su novia? Yo no era su novia, pero tampoco le iba a decir nada, no pienso darle la espalda a Sam enfrentandose con Will, y tampoco le iba a dar más motivos a Will para reírse de mí.
-Me da igual que seas su novio, chaval, me la voy a llevar a casa y punto.- Le contesto Will.
-Asique, espabila, y súbete a la moto- Dijo dirigiéndose a mí.
Asique sin otra opción, me subí a la moto y me agarre de la cintura de Will para sujetarme. Detestaba tocarle, y lo odiaba aún más por lo que había pasado esta noche pero me tenía que agarrarme.
Llegamos a la casa y subí a mi cuarto sin mirarlo ni decirle nada. En ese momento tenía tanto odio hacia él en mi cuerpo que todo lo que soltara por la boca iba a ser violento. Pegue un portazo y me encerré en mi habitación. Will también se fue a su habitación, pero no supe nada más de él hasta el día siguiente.
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El verano que te conocí
Novela JuvenilJenna se viene abajo cuando sus padres le dicen que se tienen que mudar a otro pueblo. Pero lo peor viene cuando tiene que convivir con Will, el chico que más detestaba del mundo mundial, le molestaba hasta el respirar de él, pero ahora tendrán que...