Capítulo 6

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Carmilla estaba ocupada con muchas cosas y una de esas era tener que vigilar su territorio para que no se hagan los listos en querer conquistarlo pero sobre todo vigilaba su zona porque últimamente llego a sus oídos una información que le puso de los nervios.

A sus oídos llego una información acerca de que un ángel con ropas celestiales y cabello rubio estaba en el infierno y no solo eso sino que creian que era un Arcángel, lo cual a la mujer le daba un poco de miedo debido a que ellos no eran benevolentes con los demonios ni pecadores.

- ¿Madre sucede algo? -al entrar en la oficina Clara observo a su madre preocupada.

- Clara ... no, no es nada. -afirmó la Overlord con seriedad. Clara asintió ante esto aun sin saber realmente que era lo que pasaba a su madre, al salir de la oficina Carmilla volvió a hacer lo suyo.

Después de unos minutos, alguien comenzó a tocar la puerta con suavidad, Carmilla no le presto atención suficiente.

- Pase.

A pesar de dar la orden, siguieron tocando la puerta con fuerza como si quisieran derrumbarla, Carmilla alzo una ceja por esto, molesta.

- ¡Pase!

A pesar del grito la puerta no se detenía y seguian tocándome con una terrible agresividad, cosa que hizo enojar a Carmilla quien se levantó estando lista por si tenia que luchar. Camino directo hasta la puerta y cuando puso su mano en el permo ya habían dejado de tocar y al abrirlo reviso que en los pasillos efectivamente no había nadie.

Antes de que pueda girarse rápidamente lanzó una patada hacia atrás suya, ella al ver no había nadie y eso comenzó a carcomerla por dentro, se sentía vigilada, observada y más encima sintiéndose como si fuera una presa siendo cazada por un cazador que se divertía con ella.

Entonces, ¿que era?, Carmilla por alguna razón estaba asustada como si temiera lo peor. Decidió salir de su oficina y comenzó a vagar por los pasillos de la mansión, todas aquellas pinturas y obras de artes contemporáneas que Zestial le regalaba comenzaban a vigilarla, podría verlo del como ellos la miraban fijamente con esos ojos salientes.

Se sentía desnuda, por alguna razón se sentía amenazada más que cuando peleo por sus hijas para defenderlas.

Fue entonces que entró en la biblioteca de su hogar, pero al entrar en ella abrió los ojos con sorpresa al observar como un hombre rubio con una máscara dorada, ropas formales de la realeza y de cuerpo blanco como la nieve estaba sentado leyendo un libro.

- Sabes, la Divina Comedia precisamente no tiene eso, comedia.-cerro el libro y miro a Carmilla- Saludos.

- ¡¿Quien demonios eres?!

- Mi nombre es Naruto- Carmilla rápidamente dio un salto hacia delante del miedo, ese rubio había aparecido detrás suyo susurrando su oído, la overlord comenzo a respirar con fuerza. - Aww vamos, no me digas que te asusto.

- ¡¿Quien demonios eres?!

- Soy un Arcángel. -exclamo, Naruto hizo un gesto con la mano y entonces Carmilla comenzó a gritar del dolor mientras caía al suelo, sus piernas comenzaron a sangrar con mucha fuerza debido a que las zapatillas de la demonio comenzaron a retraese y deslizarse en un intento de salir de ella.  - Hmm, me encanta escuchar los gritos de los demonios. Es tan placentero.

- ¡¡Dejame en paz!! -Carmilla rápidamente logro quitarse sus zapatillas arrojandolas lejos, por desgracia sus piernas presentaban daños increíbles pero gracias al factor curativo de ser un demonio poco a poco sus heridas empezaron a sanarse. - ¡¿Que quieres de mi?!

- Nada, nada en específico. -exclamo Naruto caminando hacia ella, Carmilla pudo observar esto con mucha desesperación y se empezó en arrastrarse poco a poco hacia atrás hiendo a la mesita de los libros. - ¿buscas esto?

Arcángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora