REDUNDANCIA

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Si alguna vez se espera algo de alguien, si se tienen expectativas vanas por un futuro que se piensa en torno a la presencia de una persona

¿Para qué molestarse? ¿Para qué sentir la necesidad de aferrarse?

Un número es un número; una persona es igual a un número escrito en la larga lista de sin importancias de una sola persona.

Un número por qué habría de ser diferente a otro, porque hay que darles rostro, porque darles nitidez a su voz, cuando las emociones se han dicho el impedimento eterno para desarrollar la lógica.

Supervivencia la llamó, al evadir el peligro, aunque este aún no se haya dibujado.
Porque se sabe que nunca habrá paz en el infierno que una persona conoce como hogar. Para que una persona guarda silencio sino para tragarse el dolor que el afecto desata, por que se confunde con un solo suspiro, con una caricia de ánimo, con solo estar y nunca decir que no, porque retrocede y cada paso atras, duele aun mas que el anterior; y la cámara va en reversa, gira en círculos buscando la estabilidad, acercamientos en planos indistinguibles. 

Y es que nada le parece familiar, la lógica deja de parecerlo y la razón tiembla al ver la realidad como un sueño…
Y no es el filo de la navaja quien acaricia la piel tanteando en búsqueda de la raíz, de la fuente para calmar su sed; es la imaginación clamando el deseo oculto, al conseguir solo el fracaso de su cometido.

Un número es un número, pero se empeña en dejar todo listo, en partir cuando todo parezca en orden y el mundo pueda mantenerse por sí mismo sin tropezar, falta un eslabón para la predicción. Un resultado exacto.

Lo sabemos, todos lo sabemos, pero nos negamos a escuchar, a tender con fuerza una mano, pues preferimos que sea esporádico. Todos estamos por capricho, por obsesión.  A uno le duele, el otro ríe, uno más observa y evalúa, el otro busca tratar de calmar a la tormenta. Pero todos opinan, las personas opinan, los números suman o se restas y no se extrañan por descarte.

Entonces... si es así, para generar apego. Nosotros le tememos a eso, porque lastima, porque existe la seguridad al cien por ciento, comprobable que sea así. Pero las personas son idiotas y de todas formas lo hacen.

No, no estoy molesto
¿Porqué habría de estarlo?

Lo estoy, estoy furioso, la tensión aumenta y cada día que pasa apoyo la teoría del descarte, apoyo la estabilidad y pruebo seleccionar el día, la cantidad de dolor... experimentar para no fallar, pero los factores externos están fuera de mi influencia.

Por que nos apegamos, para que sentimos si ellos son los erráticos, actúan de formas tan improbables que son vaticinadas sin esfuerzo.

Porque, porque estaría molesto
¿Quién sabe?...

Porque lo estaría... porque no lo entiendo, no lo comprendo... pero es lo que se espera.

DetritívorosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora