Capítulo 3-No importa lo lejos que corramos

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    Siempre acabamos volviendo a nosotros mismos.

    Las palabras de Amy vienen a mi cabeza. Al final, no puedo evitar huir de lo que decidí dejar. Con Hannah hice una excepción. Por Jake. Porque confió en mí a pesar de no saber quién era yo.
    Por mucho que yo misma hubiera decidido alejarme de todo lo que tuviera que ver con las investigaciones. Aquí estaba yo. Mirando por la pantalla del móvil a un hombre que muy posiblemente podría perder a su amigo. Un amigo que me dejó el asunto en mis manos ¿Pero el qué? Si tan solo me lo hubiera explicado, ahora no estaría con un dolor de cabeza de sólo pensarlo. 

    Eric espera mi respuesta a cómo me encuentro. Niego con la cabeza, soltando un pequeño suspiro. Yo estoy... Bien. Al menos, mejor que él porque yo estoy segura en un apartamento y él está en mitad del bosque.
   ―Estoy bien, Eric ―contesto intentando calmarlo―. Solamente estoy en shock por todo esto.
   ―Bien, bien ―se pasa la lengua por sus labios, mirando hacia un lado―. Pensé que... ―Se frota la cara y suspira también―. Esto no puede estar pasando...
   
<< ¿Qué pensó? ¿Qué me había asustado?>>
    Veo cómo se inclina un poco y apaga el motor del coche, después vuelve a mirarme. Al menos uno de los dos tiene mejor cara, yo seguro que debo de parecer un zombi.
    Escucho un leve sonido en la distancia, ¿algún pájaro? Quizás.
   ―Esto no es bueno ―le escucho dar golpes al volante, es un sonido leve, pero al estar todo en silencio, siento como si estuviera ahí―. Déjame mirar alrededor del coche un momento.
   ―Deberías llamarlo también ―estrujo la camisa con fuerza, como si quisiera evitar que me saliera el corazón del pecho―. Quizás te conteste ahora ―sé que me autoengaño a mí misma, porque sería demasiado fácil.
   ―Lo haré ―asiente despacio― ¿Puedes esperar a mi mensaje?
   ―Avísame, por favor...
   ―Sí.
    Eric cuelga y agarro el móvil con fuerza a la espera de su mensaje.
    Una persona no puede desaparecer sin más ¿no? Bueno, sí, pero en este caso no había más marcas de que hubiera otro coche, lo que implica que nadie ha ido expresamente a buscarlo. 

    La verdad es que si no fuera porque he decidido ayudarlo, le hubiera dicho que me iba a la cama y ahí le dejaba con el asunto, pero sería echar por tierra el honor a mi apellido y seguramente mi padre se hubiera quedado también esperando por mí. O mejor, hubiera ido a ese lugar ¿debería ir? Aunque no sé bien dónde está Redlog Pines, nunca he estado ahí.
    Busco en internet, la mejor opción de todas.
    Al buscar Redlog Pines, me encuentro con que está cerca de Duskwood. Mi corazón se acelera al pensar que estaría cerca de ellos. De mis amigos. Lo malo que exactamente no sé dónde se encuentra Eric, así que opción descartada de momento.

    Doy un pequeño salto al escuchar el leve tono de llamada. Pensé que me iba a enviar un mensaje.
    Veo que pide videollamada y acepto. Está otra vez sentado en el coche, negando esta vez con la cabeza.
   ―No está aquí ―me muerdo el interior de la mejilla, intentando controlar también mi decepción―. Maldita sea...
   ―Lo siento mucho... ―me disculpo. Por algún motivo, siento que es en parte culpa mía, pero no sé por qué. Quizás porque todo al final acaba dirigiéndose hacia mí la situación.
    ¿Quizás Adam le envió mi número por lo ocurrido de Hannah? ¿Quizás tenía mi número de antes pensando que podía ayudarle en caso de que algo sucediera?
   ― ¿Macie?
   ― ¿Uh? ―levanto la vista hacia la pantalla, me había concentrado tanto en mis pensamientos que ni si quiera le estaba prestando atención.
   ―Estaba diciendo que a dónde podría haber ido ―su expresión es de duda― ¿Segura que estás bien?
    Asiento intentando volver a la realidad. Menos mal que estamos hablando por videollamada o no me habría enterado de nada de lo que estaba leyendo.
   ―Estaba pensando en lo que he visto, alrededor del coche ―contesto con un pequeño toque de aún curiosidad por lo que está pasando―, pero sí, lo más importante es saber a dónde ha ido, ¿seguro que no hay nada alrededor?
   ―No, solo hay bosque ―veo como se muerde el labio y suelta un gruñido― ¿Sabes qué? Voy a llamar a la policía.
   ―Creo que tras haberte enviado ese vídeo de Adam deberías haberlo hecho antes ¿no crees?
   ―Yo... ―Eric me mira dolido. Quizás me he pasado recriminándolo―. Tienes razón, espera un momento y te llamo de nuevo.
   ―Diles que envíen a alguien a Greenside también, es mejor que investiguen el área.
   ―Vale, espera solo un minuto y estoy contigo.
    Cuelga y me echo hacia atrás al cabecero del sofá.

¿Qué pasaría sí...? MoonvaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora