La calma antes de la tormenta

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Y allí estaba Jack, entrando tranquilamente (al menos en apariencia) a la oficina de Brunilda... no era la primera vez que el albino había hablado en ese lugar con aquella mujer, pero debía admitir que, dada la situación actual, incluso él estaba bastante preocupado...

- Siéntate, Jack – dijo secamente la pelinegra luego de entrar, al tiempo que se dirigía hacia el asiento principal de su escritorio, a lo que el otro obedeció sin mayor problema, sentándose frente a la valquiria.

-Oh que curioso – respondió el inglés con algo de gracia luego de cruzarse de piernas -Sinceramente no creí que vendríamos a este lugar luego de que me pidiera salir del laboratorio de Sir Tesla para platicar –

- ¿Y a dónde creíste que iríamos? – preguntó la morena con algo de ironía mientras levantaba una ceja.

-Pues pensé que me llevaría a conocer a mi compañera de una vez...- contestó el peliplateado mientras levantaba los hombros sin dejar de sonreír con gracia.

-Entiendo pero en realidad, el día antes de la pelea, solo les comunico a los peleadores sobre su elección y a mis hermanas prefiero avisarles justo antes de que inicie la batalla... - explicó la mujer pero al ver que el otro lo miraba con duda, continuó luego de suspirar – lo hago así porque no quiero que ellas tengan tiempo de generar alguna clase de rechazo hacia su compañero... y aunque esto me ha servido con los otros peleadores, creo que me va a ser especialmente útil en tu caso... -esto último lo dijo Brunilda con cierto toque de desprecio en su voz, el cual ya no intentó enmascarar pues ya no se encontraba Tesla presente y era obvio para todos, que él sentía un muy especial aprecio por el londinense (aunque ella tampoco entendía como ese asesino había logrado ganarse el cariño de alguien tan correcto y sincero como el científico).

Jack de inmediato entendió a lo que se refería la mujer pues él más que nadie, era consciente de lo que sentían las personas cuando descubrían su muy "especial" forma de crear arte... -ya veo... pues me parece que es un movimiento muy inteligente de su parte, lady Brunilda – Alabó el albino sinceramente y sin darle importancia a lo que sentía esa mujer por él, pues era algo que ella nunca trató de enmascarar; aunque de hecho, al inglés le agradaba que ella siempre le hablara con la verdad, pues siempre era mejor la sinceridad entre "socios" y justo así veía el peliplateado a la líder de las valquirias y estaba seguro de que era algo reciproco... (además, no era la primera vez que una "socia" lo trataba de aquella forma).

-Pero si eso es así... ¿Entonces para que me pidió que habláramos en privado? ¿Acaso tiene algo más que decirme sobre mi rival de mañana? – preguntó el albino interesado, luego de un momento, y sonriendo de manera inocente a lo que la pelinegra solo negó suavemente antes de contestar.

-No... nuestra estrategia para que te enfrentes a Hércules, sigue siendo la misma... así que te recuerdo que debes acompañarme temprano a visitar a los organizadores para saber si mi hermano aceptó el cambio de arena – luego de lo anterior, el inglés asintió satisfecho pues justo por esa clase de cosas, es que Brunilda le caía bien (aunque el sentimiento no fuera mutuo); ya que había sido idea de ella, solicitar al dios de la fortaleza, un cambio en el campo de batalla por otro que le favoreciera al inglés

– pero no fue por eso que te traje aquí – aclaró la morena mientras seguía hablando - En realidad te pedí que vinieras para hablar de algo muy diferente: seguramente ya habrás notado que tus compañeros desaparecen la noche anterior a su pelea -Este comentario solo logró que el peliplateado asintiera – Bueno, eso se debe a que yo les concedo una última petición antes de su batalla... y por un momento pensé en no ofrecértela a ti por tu historial, pero... luego de pensarlo bien, comprendí que sería muy injusto no darte el mismo trato que a los demás... -

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⏰ Última actualización: Jul 29 ⏰

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