Capítulo 1

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Me encontraba en el auto junto a mis padres y mis hermanas mayores. Íbamos rumbo a una de las muchas propiedades de mi abuelo de parte de mi padre nos dejó luego de su muerte.


Tuvimos que viajar desde El Salvador hasta Rumania, fue un viaje bastante agotador.

Yo no pedí venir aquí, hubiera preferido quedarme en casa con mis gallinas.

Nos adentramos a un camino de tierra en muy mal estado. De milagro el auto no quedó atascado en pleno camino, nos estábamos adentrando demasiado a lo que parecía un bosque la neblina era demasiado espesa que nublaba nuestra vista y mi madre comenzó a preocuparse por eso.

Mi padre parqueó el auto frente a una gran casa, estaba demacrada, cualquiera que la viera pensaría que estaba embrujada. Sólo quedaba entrar para comprobarlo.

Por dentro era...¿bonita?

La mayoría del papel tapiz en las paredes estaba rasgado. Habían telarañas por todas partes y un ratón muerto en una esquina de la sala. Con un poco de pintura y unos muebles nuevos se vería mucho mejor.

Los cuartos no eran nada especial, eran normales. Tres en total.

-Podemos dormir aquí hasta que tengamos que irnos.-Dijo mi padre viendo los alrededores.

-Will, ¿ya viste las condiciones de esta casa? Quien sabe que ha pasado aquí...-Dijo mi madre, claramente asqueada por las condiciones en que estaba la casa.

-Sólo se tiene que limpiar y ya. No cuesta nada, Xenia.

-A mi no me gustaría quedarme aquí papi. Da asquito...-Dijo mi hermana mayor, Cindy.

-Concuerdo con Cindy, la casa es...bonita, más o menos, pero yo no me quedaría a vivir aquí.

-No sean amargadas, aprovechen que salen de la casa. Sólo de amargadas se la llevan. Además, hay una villa aquí cerca. Podemos ir después si quieren.

Al escuchar lo de la Villa, me acerqué. Me había distraído viendo las fotos de mi difunto abuelo.

-Yo me apunto a lo de la caminata por la Villa, me voy a aburrir limpiando.- Les dije con emoción en mi tono.

Bajamos nuestras maletas del auto y las llevamos a los cuartos en los que dormiríamos por el momento, mis hermanas dormirían en un solo cuarto, mis padres juntos en otro, y yo sola.

Comenzamos a limpiar la casa, encontramos varias cosas interesantes de mi abuelo. Fotos de él y mi abuela. Que en paz descansen ambos.

Había un cuarto aparte, este estaba con llave, me puse a buscar la llave por toda la casa. Suerte la mía que mi madre justo había encontrado una por ahí. Ella estaba descansando en una de las sillas del comedor junto a mis hermanas.

-Ma, ¿donde guardaste la llave que encontraste hace ratos?

-La guardé, tu papá dijo que la guardara, ¿porqué?

-Es que hay un cuarto con llave, y...me da curiosidad saber que hay ahí dentro, al abuelo no le importará  que curiosee en su casa que muy pronto será nuestra.

-No Camila, hace caso.-Me dijo Alejandra, mi otra hermana mayor.

Rodeé los ojos, ¿qué otra cosa haría aquí si no me dejaban explorar?

Los calentadores estaban encendidos por el frío infernal de afuera. Siempre quise ver la nieve y sentirla ya que donde vivo no cae nieve.

-Ma, ¿puedo salir un rato?-Le pregunté a mi mamá.

-No Camila, no podes salir sola, si no vas con tu papá, no salís.

Busqué a mi papá por toda la casa, estaba dentro del cuarto que yo quería abrir, ¡era mi oportunidad de ver que había ahí.

-¿Qué haces papá? - Pregunté entrando a la habitación.

-Nada, sólo viendo estas fotos que dejó mi papá.

-¿Te acompaño?

-Vaya. Sólo no vayas a romper nada.

-Promesa.

Estaba satisfecha. Habían varias cajas polvosas. Abrí una que decía "Church" que en español e Iglesia. Vaya, no sabía que mi abuelo sabía inglés.

-Papá, ¿puedo abrir una de las cajas?-Le pregunté, no quería que me regañara.

-Vaya.

Abrí la caja con un cúter que había encontrado por ahí. Habían varias fotos en marcos.

Saqué uno de una mujer. Vaya que era hermosa.

-Papá, ¿quién es ella?

Mi papá volteó a verme y se acercó para ver el interior de la caja.

-Mi papá adoraba a una tal Madre Miranda, cuando yo era niño quiso que yo también lo hiciera. Esa mujer de ese cuadro, es una de sus cuatro hijos.

-Vaya...que sorpresa, ahora ya sé que no tendrá su pase al cielo por adorar a alguien que no es Dios.

-Era un hombre loco, ambos.

-Pondré esto en su lugar...no me gustaría que me caiga una maldición de su Diosa.-Bromeé a lo que ambos reímos a carcajadas. Amaba esos momentos con mi papá, en los que no discutíamos por una estupidez y todo era "paz".

-¿Aún sigue en pie ir a la Villa? Me gustaría ir a ver.

-Cámbiate, iremos en este momento. Hay un lugar al que quiero ir a ver.

Guardé el cuadro en su lugar, el rostro de esa mujer quedó en mi mente durante casi todo el día. Era muy bonita, cabello negro, sé que la imagen estaba a blanco y negro, pero igual. La belleza no la perdía. Labios carnosos, hermosos, y una mirada que hipnotizaría a cualquiera. (No logré poner la foto 😭Perdón)

Salí del cuarto y me dirigí a el mío. Me puse una camisa negra manga larga cuello de tortuga, un pantalón azul y una chaqueta gruesa con gorro, y unos guantes negros.

Mi papá iba similar a mi, sólo que con colores diferente, camisa verde, pantalón azul y una chaqueta beige. Ambos llevábamos botas negras.

-¿Adonde van?-Preguntó mi mamá cuando nos vio en la sala.

-Vamos a la Villa, ¿quieres venir con nosotros?-Le preguntó mi papá.

-No gracias, me quedaré aquí con las demás.

-Bueno mamá, te vemos después.- Le dije.

-Tengan cuidado.

Salimos de la casa, la Villa estaba a pocos metros, lo que me preocupaba era que nos perdiéramos, pero iba con mi papá, ¡estaríamos bien!

Grande fue nuestra sorpresa ver casas destruidas. Varios de los habitantes nos veían con miedo.

-Que raro, está muy solo.-Dijo mi papá viendo los alrededores.

-Quizá no viven muchas personas aquí, deberíamos de regresarnos. No me gustaría que nos metamos en problemas.

-Sigamos viendo, vamos allá, mira.

Mi papá señaló un castillo a lo lejos, este hombre se metería en problemas tarde o temprano.

-Yo no voy a ir, a parte, está muy lejos. Nos tardaremos horas llegando ahí.

-A pues te quedas aquí y me esperas.

-Mejor voy a regresar.

-Bien.

El caminó hacia el castillo, yo caminé de regreso a la casa. Recordé el camino como pude, no soy muy buena para recordar direcciones y eso es un problema.

Sentí que había caminado demasiado, ahí me di cuenta de que me había perdido....

-Hay carajo...¿por donde me voy ahora...?

Sólo había un camino, era por el que venía caminando hace rato.

-Puede que encuentre alguien que me ayude...

¿Suerte o Coincidencia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora