No sé qué hora es. Julie sigue recostada junto a mí. La he mirado por casi una hora y cada vez me convenzo más de que decía la verdad. Es un cadáver, quieta, sin movimiento en su pecho que indique respiración.
«¿Un vampiro?»
Todavía suena dentro de mi cabeza como un chiste de mal gusto. La realidad es que Julie está aquí, a mi lado, con los labios cenizos como los de un muerto. En el casino he visto muchos muertos con la cara deformada por los golpes. Ella luche hermosa.
La boca me sabe a sangre, ignoro si es la mía o es un residuo de la herida en el labio abierto por la bofetada.
—¡Ayuda!
Las manos me hormiguean y los amarres en los tobillos están tan apretados que la cuerda me incomoda, pero al estirar, al aplicar fuerza sobre los nudos, siento la contención. Es un torrente de tranquilidad que me sostiene dentro de la realidad a la que pertenezco. Pensar en el placer me provoca una oleada de humedad entre las piernas. Estoy cansada y apunto de volver al sueño cuando, Scott abre la puerta y me observa unos segundos. Sin sombrero, sin traje, con la camisa abierta y el olor a tabaco que exsuda su piel me siento más tranquila. Es un olor que conozco. Del bolsillo trasero del pantalón saca una navaja. Corta las curdas con destreza y me levanta de la cama hasta su hombro. Es un movimiento que fluye como si yo fuera de tela. Sus manos ásperas me sujetan del trasero. Huele a Bruno, al perfume que usa cuando me toca dormir con él. Sonrío y luego recuerdo que pedí ayuda por algo en particular.
—Está muerta... —murmuro porque me queda claro que no debería decirlo en voz alta.
—Dime algo que no sepa —gruñe—. Hablaran de eso cuando despierte, no soy el más indicado para decirte cualquier cosa al respecto.
—Necesito un baño.
Me deja caer en el sillón.
—Ve tú misma. Estaré en la cocina, necesitas comer. Si intentas una mierda como escapar, no seré amable.
Busco la puerta con la mirada y sonrío. Sería divertido comprobar hasta dónde está dispuesto a llegar, conocer su límite, pero tendrá que ser después de usar el baño.
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As de corazones
VampireAifé sabía que las cosas no podían terminar bien cuando conoció a Andrés. Primero fueron los tríos, después los videos íntimos. No supo qué pasaba hasta el día que la encajuelaron y reconoció la voz de Andrés entre los secuestradores. Deseaba volve...