decisión

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POV: Sara

Alexa: Tranquila, pequeña. No es obligación, pero quiero que al menos escuches cómo serán las cosas y que pruebes por al menos un mes. ¿Qué dices?

Sara: Está bien, escucharé.

David: Muy bien, pequeña. Te diré lo que es el little space.

Luego de que me explicaran todo, fue algo confuso. Aunque no sentía que yo encajaba en eso, por fin mis comportamientos infantiles no serían criticados. Por fin podría vestirme como quisiera. Pero ellos eran extraños. ¿Por qué confiar en ellos?

David: Entonces, pequeña, ¿quieres hacerlo?

Sara: Quiero pensarlo un tiempo.

Alexa: Está bien, pequeña. Puedes pensar una semana. ¿Eso está bien para ti?

Sara: Sí, está bien.

David: Terminemos de comer ya que se enfría.

Habíamos terminado de desayunar. Aún era bastante temprano.

Sara: ¿Así que eso es todo? ¿Ya me puedo ir?

Alexa: No, espera. Quería enseñarte la casa para que vieras en qué lugar estarás y te sientas cómoda si decides aceptar.

David: ¿Te gustaría, pequeña?

Sara: Sí, por mí está bien.

Por supuesto que estaba bien. Soy muy curiosa; si fuera por mí, estaría revisando cada cosa de esta mansión. ¡Es enorme!

Alexa: Bien, primero te enseñaremos lo que sería tu cuarto. Ven, Sara.

Sara: Bien, bien.

Dejé la mesa para acompañarlos arriba. Luego, estábamos frente a una puerta que abrieron, y Dios, era hermosa. Parecía de una princesa. Tenía una cama hermosa con cortinas en los bordes, muebles blancos perfectos, paredes rosas, muchos peluches. En ese momento solo quería arrojarme sobre la cama y arroparme con todos los peluches, pero claro, no lo hice.

Alexa: ¿Y qué te parece? ¿Te gusta? -dijo Alexa con algo de nerviosismo.

Sara: Está increíble... de verdad.

David: Y eso que aún no ves el cuarto de juegos.

Sara: ¡Quiero ver, quiero ver, por favor!

David: Está bien, pequeña -dijo David con una sonrisa al ver mi entusiasmo.

Tal vez me pasé de emoción, pero si la habitación era así, entonces no me imagino el cuarto de juegos.

Alexa: Bien, llegamos -dijo Alexa al abrir la puerta.

¿Bien, cuánto dinero tenían? Esto era gigante. Había un montón de juguetes, libros de colores, una piscina de pelotas, una mesita para colorear, bloques, pinturas, una zona con almohadas acomodadas y una carpa. Era como si me fueran a contar cuentos. Había unos columpios, ¡era increíble! También había un tipo de corral para bebés. Me encantaba.

David: ¿Y qué dices, pequeña?

Sara: Está bien...

Alexa: ¿Solo eso? Parecías entusiasmada.

Lo estaba, pero caí en cuenta de que todo esto solo sería un contrato. Todo esto duraría un tiempo, y todavía no había dicho que sí. ¿Qué tal si luego ya no me querían? ¿Qué tal si me dejaban...? No quería eso prefiero evitar algún tipo de cariño.

Sara: Solo eso. Quiero irme a casa. Pensaré en su propuesta -dije con una actitud bastante diferente a la anterior.

David: Espera, pequeña, ¿pasó algo?

¿Baby Por Contrato?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora