Bonnie Miller

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El odioso despertador de campana me levantó. No sé por qué sigo teniéndolo, parezco una anciana, lo detuve con una fuerte palmada. Tomé mis lentes y me los pondría, entré al baño a la vez que soltaba un bostezo.

- Mírate que horrible te ves Bonnie -tomé mi cepillo de dientes y comencé a lavarme la boca.

Luego de acabar, lavé mi cara, la sequé y comencé a cepillar mi cabello lacio y negro, mientras exploraba mi cuerpo y cara en el espejo.

- Vaya... 

"Soy Bonnie Miller, este es mi diario, tengo 17 años, mi cabello es largo, negro y lacio. Tengo dos tatuajes, uno en mi cintura y otro en la muñeca, tengo dos piercings, uno en la lengua y el otro en la nariz. Tengo problemas de vista. Mi cuerpo, no es la gran cosa, aunque a los chicos les encanta al parecer".

Bueno, mi rutina siempre es la misma.

Terminé de cepillar mi cabello y comencé a maquillarme.

- Quisiera que mamá estuviera aquí -miré mi muñeca. 

20/08/2010 la fecha en que mi madre murió

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20/08/2010 la fecha en que mi madre murió.

- ¡Tita, ¿ya despertaste? Te vas a atrasar! -gritó mi abuela.

- ¡Si, ya desperté abueli, me estoy arreglando, ya voy! -sonreí y termine de arreglarme, me cambié de ropa y bajé con mi bolso.

Estoy en mi ultimo año de instituto, no quiero presumir, pero me va muy bien.

Mientras bajaba el olor de mi desayuno favorito golpeo mis fosas nasales. Pancakes, con tortilla de huevo, tocino. Aparte fuerte olor a capuccino.

- Tita, al fin, tu padre salió apresurado, no vayas a llegar tarde tú también -servía el desayuno con vigor, como si su edad no le afectara.

- Ya abueli, buenos días -le di un beso y un abrazó cariñoso.

Ella sonrió y terminó de servir.

- Provecho hija, es tu favorito, asegúrate de comer todo, yo debo ir a ocuparme de unas cosas, que te vaya bien en el instituto -terminó de ordenar unas cosas y me dejo sola luego de despedirse.

Otra vez sola, bueno, no puedo quejarme.

Eran las 7:20 de la mañana cuando acabé el desayuno, me demoro 20 minutos al instituto, las clases empiezan a las 8.

Tomé mi bolso, y subí a mi Ferrari negro, un 488 pista, pondría música conectando mi celular.

Comencé a conducir, atrapada en mi propio mundo, con mi música.  

Varios miraban mi coche, aunque por la zona, no era poco común encontrar este tipo de coches.

Papá, bueno, papá tiene sus cosas, sus métodos, no suelo verlo mucho por su trabajo. Pero sé que me ama demasiado. Por lo mismo, trato de ser perfecta por él, y porque estoy segura de que es lo que mi madre hubiese querido. 

Llegué al instituto y aparqué el coche. El instituto es público, tiene uniforme, elegí un instituto así, por comodidad, aunque no por ser público es malo, es de los mejores.

Llevo mi uniforme impecable, la falda con cuadros, blusa con el emblema del instituto color negra, la corbata y la chaqueta.

Entré y fui a los casilleros, caminando lentamente.

Sombras en el corazón.Where stories live. Discover now