Capítulo 24

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MingHao se quedó dentro de su departamento, cerró la puerta y se quitó las botas Chelsea con un suspiro de alivio. Las adoraba, pero aún eran nuevas y no eran ideales para usar durante todo el día. Moviendo los dedos de los pies para librarse de la rigidez en ellos, MingHao se dirigió hacia su dormitorio.

Gritó cuando vio una figura sentada sobre la cama en la oscuridad.

—Soy yo —dijo SoonYoung.

MingHao exhaló, presionando una mano en su corazón latiendo acelerado.

—¡Jesús, me asustaste! Advierte a un tipo de que estás esperando por él en su dormitorio a oscuras. Acechador. La gente normal espera afuera cuando no hay nadie en casa.

—Tú dejaste la puerta del balcón abierta.

MingHao encendió las luces.

—Vivo en el segundo piso.
SoonYoung se encogió de hombros y le dio una mirada, como diciendo: "¿Y?"
La sonrisa divertida de MingHao se congeló. ¿Qué estaba mal con él? Los hábitos criminales de SoonYoung no eran adorables. No lo eran. Eran terribles. SoonYoung era una terrible, terrible persona.

—Correcto —miró con curiosidad a SoonYoung, tirando de su abrigo y dejándolo caer en la silla—. ¿Qué haces aquí tan temprano? ¿No deberías estar de guardaespaldas de Jun?

—SeokMin volvió. Mi contrato terminó.

El estómago de MingHao se apretó.
Al cabo de un momento, dijo en un tono cuidadosamente casual,

—¿Eso significa que estás dejando Inglaterra?

Los ojos marrones de SoonYoung lo estaban estudiando intensamente.
Poniendo su mejor expresión neutra, MingHao comenzó a desabrocharse la camisa.

—No —dijo SoonYoung por fin—. SeokMin me recontrató como su jefe de seguridad.

MingHao dejó escapar el aire que había estado conteniendo. Miedo anudó su interior cuando se dio cuenta de que se sentía aliviado. No tenía por qué sentirse aliviado.

—Eso es... bueno —dijo, deslizándose fuera de su camisa. Se sintió un poco expuesto, inseguro. No sabía dónde se encontraban después de la rareza de la otra noche... después de que SoonYoung había saltado como un hombre de las cavernas sobre él. Le había gustado eso. Le había gustado demasiado, en contra de su mejor juicio—. Quiero decir, eso es bueno para ti, ¿verdad?

SoonYoung se encogió de hombros, con los ojos todavía en el rostro de MingHao a pesar del estado semi desnudo de MingHao.

—¿Le has dicho a Jun sobre esto? —dijo SoonYoung—. ¿Le has dicho a alguien más?

MingHao frunció el ceño.

—¿Sobre qué?

—Sobre tú y yo —dijo SoonYoung con voz cortante.

—Por supuesto que no —dijo MingHao, su ceño profundizándose—. Jun sólo sabe lo que vio con sus propios ojos —Frunció los labios—. No le he dicho a nadie... bueno, a Antonio, pero estuviste de acuerdo en hacer un trío con él, por lo que era inevitable. Pero nunca te haría salir ante nadie sin tu permiso explícito. Eso no está bien.

SoonYoung se mantuvo mirándolo con esa extraña mirada intensa.

—¿Qué? —dijo MingHao.

Los músculos de la mejilla de SoonYoung pulsaron.

—Me hace sentir incómodo... que la gente sepa. En primer lugar ese italiano, ahora Jun y SeokMin.
Las manos de MingHao se detuvieron en medio de bajar sus pantalones vaqueros por los muslos. Se humedeció los labios con la lengua, náuseas rodando en su estómago.

𝑱𝑩𝑾 |𝑺𝒐𝒐𝒏𝒉𝒂𝒐|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora