Capítulo 17

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-Es tu hermana…-

 

Detuvo su paso, los mira por el hombro y se va. Al entrar al elevador toma de su bolso sus medicamentos de emergencia, mientras espera que estos hagan efecto en su mente sigue resonando el nombre de Kikyo.

Recordo que cuando tenia 12 años su padre había salido a una viaje repentino y tardo mucho en volver. El dia que regreso se dio cuenta que su semblante reflejaba una profunda tristeza y después de ese día lloraba todas las noches en su despacho, una noche descubrió que sostenía la foto de una niña muy parecida a ella y otra noche escucho que llamaba a la foto “Kikyo” ese nombre no se le olvido. No quiso preguntarle nada ni mucho menos a su mamá pues estaba segura que no obtendría respuestas. Así que dejo ese tema en el pasado; pero ahora todo cobraba sentido, la niña de esa foto era Kikyo, lo que no sabia era que había sucedido con ella en estos 12 años.

 

Al llegar a la planta baja salió rápidamente del edificio, no se fijó por dónde iba hasta que chocó con una pared humana, casi se cae pero la sostuvieron por la cintura para evitar que eso sucediera, al levantar la vista se dió cuenta que era Bankotsu.

En realidad no se había ido, sino que aparco su auto en el estacionamiento y estuvo pensando en una forma de invitar a Kagome a salir; estaba cerca de la entrada del edificio cuando la vio salir pero ella no lo vio por estar distraída. Al verla a la cara se percata que tiene sus ojos llorosos y que su mejilla está demasiado roja.

-¿Que te sucedió?- le pregunta en tono molesto.

Detrás de ellos se escucharon unas voces gritando el nombre de Kagome; ella volteó y vió que eran su padre y Kikyo quienes la llamaban.

-Vamonos de aquí por favor.- le pide en tono suplicante.

Al verla que está apunto de llorar, la toma de la mano y la lleva con él.

Suben rápidamente a su auto y arrancan dejando a Kikyo y Ritsu atrás.

-¿A dónde quieres que te lleve?-

-No lo sé, solo que este lo más lejos posible por favor.- dice y comienza a llorar.

Esa sería la primera vez que Bankotsu la veía llorar, sintio que su corazón se estrujaba al verla en ese estado. Ella siempre tenía una sonrisa en el rostro pero al verla así, no lo podía soportar, solo quería abrazarla y consolarla.

El siguio conduciendo hasta que estuvieron fuera de la ciudad. Iban callados, Kagome solo observaba la vista a través de la ventana del auto.

Llegaron hasta una zona en la montaña con un gran bosque. Bankotsu se bajó del auto y la ayudo a bajar, caminaron por un sendero en el bosque hasta que llegaron a un mirador en el cual se podía apreciar la ciudad, estaba empezando a caer la tarde lo que hacía que la vista se volviera aún más hermosa.

-Siempre que tengo un mal día vengo aquí, este es mi lugar favorito porque la vista es espectacular y lo mejor es que puedes sacar tus frustraciones sin que nadie más te escuche.- comenzó a hablar -No se que fue lo que te sucedió en la oficina de tu padre, pero si quieres gritar o llorar siéntete libre de hacerlo, nadie te va a juzgar, ni siquiera yo.- toma su rostro para que lo mire a los ojos, pues Kagome tenía la vista en el suelo.

Al mirarlo ella simplemente lo abraza y comienza a llorar, así estuvieron abrazados por un buen tiempo. Después de que ella se calmó siguieron abrazados, sus respiraciones iban al compás del otro, se brindaban calor mutuo. Ella se sintió protegida en sus brazos y él sentía que debía protegerla de todo el mal que existiera.

-Gracias Bankotsu.- hablo Kagome después de un tiempo. -Gracias por salvarme en ese momento.-

-No tienes nada que agradecer.- le respondió y la abrazo más fuerte a su pecho.

Al ritmo de tu amor  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora