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—¿En serio le dijiste todo eso?—
—Si. Todo esto es culpa de ella—
—¡No. No lo es! Wednesday. Ella ni siquiera sabe que te gusta ¿Cómo podría ser culpa de ella? Si tuviste la mala suerte de verla coqueteando, es tu problema, no el de ella, tratarla así te hizo ver peor ¿Acaso no lo entiendes? Todo lo que pasa en tu vida, es tu culpa, no la de ella ¿Acaso ella te dijo que terminarás con Xavier? ¿Acaso ella te obligó a que gustes de ella?—
—No. Pero si no hubiera apareció seria todo diferente—
—¡Pero apareció y no lo puedes cambiar! Siempre pensé que eras una persona madura, pero no es así, solo eres alguien que le gusta ver sufrír gente y que ni es capaz de reconocer sus errores—
—¡Bien! ¿Acaso quieres que la siga conquistando?—
—¡No! Quiero que reconozcas que es tu culpa, quiero que te disculpes con ella—
—Es mí culpa ¿Feliz?—
—¿Es en serio?—
—Pericles, lo haré, solo necesito tiempo, se que es mí culpa, no todo, pero una parte lo es—
—¿Ves? No es tan difícil, solo falta disculparte—
—¿Yo? Nunca, ella lo tiene que hacer—
—¿Por qué? ¿Por querer ayudarte y entenderte?—
—Si lo dices así suena mal—
—¡Y porque lo es! Solo disculpate—
—¡Lo haré, por dios!—
(…)
Camino por los pasillos, recorriendo mí mirada, tratando de ver a Enid por algún lado, pero está no se encontra en ningún lugar, pase más de 30 minutos, pero aún así no tengo señales de ella, finalmente me rindo y regreso a mí oficina, tal vez lo que quedaba del obsequió, se lo daría más tarde. Al entrar, noto su presencia, se encontraba sentada en la silla, alze una ceja, extrañada de que ella esté aquí.
Voy en su dirección y carraspeo, levanta la mirada y se para.
—Profesora, yo, bueno, quería pedirle perdón—
—De acuerdo —respondo, recordando que yo también le debo una disculpa—, yo también… Y tal vez este algo, no mucho, solo muy poco arrepentida de tratarte así —digo con dificultad—, y quería decir que yo —tomo aire—, perdón—
