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Después de dejar a Enid en su casa, me dirigí a la mía, cuando abrí la puerta de mi hogar, esperaba encontrar el calor y la tranquilidad que siempre me envolvía. Pero en lugar de eso, me encontré con una escena que me heló la sangre. Mi ex novio, Xavier, estaba sentado en el sofá de mi sala, con una sonrisa en su rostro y su teléfono en su mano. Mi corazón se aceleró al ver la pantalla, donde se mostraba una foto mia con otra chica, abrazándola y besándola, por suerte el no sabía quién era, ni dónde la conocí ya que no se le veía la cara, pero me sentía como si me hubieran golpeado en el estómago.
Mi madre y mi padre estaban sentados en las sillas, con expresiones de disgusto en sus rostros. Mi padre se levantó y se acercó a mí.
—Wednesday, no puedo creer que hayas dejado a un muchacho como el, por una mujer ¿Que pasa por tu cabeza? Te dimos todo ¿Y así nos pagas? .—me dijo—.
Mi madre se unió a la conversación, su voz llena de ira.
—¿Tan mala madre soy? No puedo creer eso, encima tienes el derecho de traerla a casa a hacer quien sabe que, estás enferma, Wednesday—
Xavier se levantó del asiento, con una enorme sonrisa victoriosa.
—Lo siento, señores .—dijo—. Me gustaría hablar con Wednesday, les aseguro que se podrá resolver todo.
Me tomo del brazo y me llevo a una esquina, se acercó a mí oído y dijo.
—Mas vale que termines con esa chica y vuelvas conmigo o te aseguro que perderas todo lo que tienes—
La discusión continuó, con mis padres tratando de calmar la situación, pero yo no podía calmarme. Me sentía herida, traicionada y furiosa. Finalmente, Xavier se fue, pero la tensión en la casa seguía siendo palpable. Mis padres y yo tuvimos una larga discusion sobre lo que había pasado, ellos se fueron de casa furiosos conmigo, me sentía exhausta y confundida. No podía creer que Xavier hubiera tenido el valor de venir a mi casa, y no podía creer que mis padres lo hubieran dejado entrar y estuvieran de su lado.
Me fui a mi habitación, cerré la puerta y me tiré en la cama. No podía parar de pensar en lo que había pasado. Me sentía como si mi mundo se hubiera vuelto del revés. Me quedé en la cama, pensando en lo que había pasado. Tenía miedo, sabía que el no estaba enterado de quien era Enid, ni de dónde era, eso me aliviaba, pero también sabía que cuando Enid se entere de todo esto, nunca me perdonaría, estaba aterrada por lo que iba a pasar mañana, solo rezaba para que el no me moleste, de igual forma, cometí un error, con mis padres llegamos a un acuerdo, iba a volver con Xavier solamente para que no le contarán a toda mí familia, anhelaba para que Enid no se enterará, todo esto era un desastre.
(…)
La noche fue dura, no pude dormir en lo absoluto, pensar y pensar en todo se me hacia confuso, decidí no pensar tanto en eso y decidí ir directo a la universidad, al llegar veo a Enid hablando con Yoko, ella me vio y sonrió, pero yo ni siquiera fui capaz de mantener el contacto visual, entre a mí oficina, deje mis cosas y quedé mirando a la ventana, pensando en todo, cuando escucho como la puerta de abre, me doy la vuelta y era ella, Enid.
—Hola, profesora—
—Hola, Enid—
—Te tengo una noticia que estoy segura de que te encantará—
Antes de que ella pudiera continuar, Xavier entra y nos ve, el simplemente ignora la presencia de Enid y se acerca a mí, toma mis manos y deja un beso en mí mejilla.
—Amor, te traje algo, ya que regresamos, queria darte un detalle —Saca un chocolate de su bolsillo y me lo da, decido simplemente ignorarlo y colocó mí mirada en Enid—,
Me sentí atrapada, como si estuviera en una pesadilla, vi a Enid. La persona que yo amaba, la persona que había lastimado. Estaba parada, mirándonos con una expresión de shock y dolor en su rostro. Mi corazón se detuvo. No sabía qué hacer, quería ponerme frente ella, explicarle todo, pero no podía. Xavier me agarró la mano, sonriendo como un inútil.
—¿Qué pasa, mi amor? .— preguntó—.
Pero yo no podía responder. Estaba paralizada, mirando a Enid, viendo el dolor en sus ojos. Enid dio media vuelta y salió de la oficina, dejándome con un sentimiento de culpa y arrepentimiento. Sabía que la había lastimado, y no sabía cómo reparar el daño. Me sentí como si estuviera en un abismo, sin saber cómo salir. Había perdido a la persona que más quería, y no sabía cómo recuperarla. Me quedé parada, con Xavier a mi lado, pero mi mente estaba con Enid. Me sentía culpable y arrepentida por haberle causado dolor de nuevo.
Xavier me hablaba, pero no le prestaba atención. Solo podía pensar en Enid y en cómo había lastimado sus sentimientos. Finalmente, mire a Xavier y le dije que tenía que irse. No podía seguir fingiendo que todo estaba bien cuando sabía que había lastimado a la persona que más quería. El asintió y se fue, me senté en la mesa de mí oficina, tratando de procesar mis sentimientos. Me sentía perdida y confundida, sin saber qué hacer para reparar el daño que había causado.
Mientras pensaba, recordé en todos los momentos que Enid y yo habíamos compartido. Recordé su sonrisa, su risa, su mirada. Y me di cuenta de que la amaba, de que no podía vivir sin ella. Sabía que tenía que hacer algo para recuperarla, para demostrarle que mi amor por ella era verdadero. Pero no sabía qué hacer, ni por dónde empezar. Así que seguí pensando, con la esperanza de encontrar una respuesta, de encontrar una manera de hacer que Enid me perdonara y me diera otra oportunidad.
