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Renjun ha tratado durante toda la mañana de no desconcentrarse de las palabras del profesor y los apuntes en su hoja, su alrededor hablaba específicamente de él, de su cambio. No precisamente eran cumplidos malos, lo llenaban de unos bonitos, unos que jamás había oído, o al menos no dirigidos hacia él.

Hasta el semestre pasado, Renjun era alguien común y corriente, alguien normal, casi invisible de no ser por su grupo de amigos extremadamente sociales. Como había mencionado antes, se aburrió de su apariencia, se aburrió de los colores brillantes y dulces, como su cabello castaño que después hizo la mitad rubio. Durante el receso pensó muy cuidadosamente acerca de esta decisión, y no es que fuese muy extravagante, pero se sentía diferente.

Quería ser diferente.

No quería continuar siendo un tonto al que nunca tomaran en serio, quería que el mundo viera que había madurado y ya estaba convirtiéndose en un hombre.

Cambiar de apariencia tal vez ayudaría.

—¿Por qué tan emo? —bromea Chenle una vez habían terminado su única clase del día. Se dirigían al comedor para saciar su hambre, Renjun apenas tocó el desayuno. —Pareces de esos que te destrozan el corazón y te dejan daños psicológicos.

—Suena a que te pasó, ¿me equivoco?

—No le eches sal a la herida, Huang.

—Tu empezaste, Zhong. —Renjun entorna sus ojos cuando el chino le da un empujoncito recordando que solo estaba jugando. —¿Cómo te fue hoy?

—Bien, aburrido, ya sabes, las primeras clases solo hablan de fechas de exámen, el cronograma, material de estudio. Nada nuevo. —Lele toma asiento en una mesa que de pura suerte se hallaba, algo sucia, pero vacía, el comedor estaba exageradamente lleno como para ponerse pretenciosos. —¿Y a ti?

—Lo mismo, comparto aula con Xiaojun y Hendery, fue divertidos. A pesar de que Dery es mi primo, no lo veo mucho. —explicaba mientras bajaba su mochila a la banca y la abría para comenzar a sacar un táper junto a su botella. —¿Quieres? Solo pude hacerme sándwiches.

—Yo traje... —Zhong revuelve dentro de su bolsa y apoya en la mesa dos viandas. —Arroz, ensalada y algo de pollo.

—¿Ensalada y pollo? —Huang esboza una sonrisa. —Nunca te vi comer saludable.

—Siempre hay una primera vez.

Renjun advertía cómo alrededor de ellos apuntaban de manera poco sutil a su mesa y sonreían, incluso movían la dirección de sus miradas cuando los atrapaba viéndole, lo hacían sentir pequeño. Continuaron hablando con Lele unas cuantas cosas más que les quedaron pendientes de hace unos días y a medida que pasaba la hora llegaron Jisung, Jaemin y Donghyuck.

—¿Y Jeno? —pregunta Ren al no verlo por ningún lado. Jaemin toma asiento junto con Ji al lado de Chenle, Hyuck abraza a su enano con todas sus fuerzas.

—Hola, buenas tardes, ¿cómo estás, Hyuck? Yo bien, gracias. —ironiza el moreno, aún sin soltarlo a pesar de que el mayor se estuviera retorciendo entre sus brazos. —Mínimo un saludo, ¿no?

—Lo siento... —Renjun intenta librarse aún sabiendo que no le ganaría la batalla, se resigna resoplando su flequillo el cual molestaba su visión al estar despeinado. —¿No vendrá a almorzar?

—Está con Mark, aún no los sueltan de estadística. —Jisung le roba un pedacito de pollo a Chenle, quien solo lo mira feo porque de insultarlo se le haría imposible dado que tenía la boca llena. —Por cierto, te queda lindo el rubio, es como si te restara edad, ¿cumpliste 18?

𝙨𝙚𝙖𝙨𝙤𝙣𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora