cinco

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Las primeras dos semanas de universidad estaban yendo bien, para Renjun iban mejor que bien dado que no se sentía tan de lado como años anteriores, es como si un foco hubiera caído en él de repente y todos de alguna forma quisieran relacionarse con su persona. Indiferentemente le había perdido el temor a eso, al ser la sensación del momento le hizo darse cuenta que debía aprovecharlo.

Su última clase del miércoles termina cuando la profesora cierra su libro acompañando con un "¿Estamos?". Todo el aula se acumula en la entrada mientras que Renjun se estira en su asiento, aguardando que el bullicio se disipara y así poder salir él también.

A su lado Hendery se mantenía entusiasmado hablándole de algo a lo cual no le estaba prestando mucha atención, Xiaojun no había ido por lo que solo eran ellos dos.

—¿Conoces a Yangyang? —Dery pregunta, cediéndole el paso primero en la puerta como si se tratara de la realeza, o algo parecido.

—¿Quién? —Renjun enarca una ceja. —¿Liu Yangyang? ¿El de traducción?

—Ese mismo. —el mayor se suma a su andar en el pasillo. —Me pidió tu número.

—¿Para?

—Oh, vamos, tu sabes por qué.

—No le voy a pasar mis apuntes.

—¡Renjun! No es por eso. —Dery le da un empujón haciendo que ambos se balanceen. —Eres amigo de Ten, ¿verdad? Quiere que lo ayudes con él.

—¿Aún no se rinde? Ten lo ha rechazado cientos de veces, además —Renjun mete sus manos en los bolsillos de su campera debido al frío que circulaba desde el exterior. —¿No es acaso cinco años mayor que él? Sí que tiene agallas.

—Yangyang es de los que cree que para el amor no hay edad... Bueno, esa es su excusa.

Los dos chinos ríen al unísono mientras llegaban a la puerta que daba al campus, a pesar del frío, los partidos de fútbol se daban igual y el sol acompañaba la tarde siendo bastante cálido para los que ocuparan sitio en las gradas. Mark, Jeno y Hyuck los invitaron a que los vean ya que necesitaban apoyo, Renjun no iba a decepcionarlos y, además, no tenía otra cosa por hacer.

En el campo estaban la mayoría de sus amigos calentando antes de comenzar a entrenar, entre ellos, Jeno. No quería sonar obsesionado, pero siempre lograba resaltar su presencia y para Renjun era inevitable despegar su mirada de él. Muy a su pesar Jeno lo nota y le muestra una de sus bonitas sonrisas, sin mostrar sus dientes, como si se la diera con cierta timidez.

—¿Todo bien? —el azabache a su lado cuestiona.

—Sí, ¿por qué? —Huang extasiado por el arrebato de calentura que le brindaba el sol tiembla en su sitio, muerde sus labios al sentir que estaban secos.

—Mmm... olvídalo.

Renjun lo ve raro, pero sin embargo no insiste en que se explique, podría llegar a darse una ligera idea de a lo que se refería y prefiere no desempolvar el tema. Sus ojos regresan, demasiado chinos, a la cancha, rostros familiares se asoman y tiene una sonrisa enorme en el rostro porque se sentía sorprendido de que aún se acordaran de él. Muy pronto llegan Chenle junto a Jungwoo y Ten, los dos mayores hablando muy concentrados entre ellos, demostrando que traían algo entre manos.

—Gracias al cielo agarraron lugar en el sol, Dios los guíe en su gloria. —el escorpiano toma asiento junto a su medio platinado amigo y tan pronto como tiene tiempo se aferra a su brazo, creyendo que de esa forma su cuerpo templaría su temperatura. —Hola, Dery.

—Hola, Chenle. —Hung le sonríe al verlo acurrucado a su primo, muy extraño porque usualmente su comportamiento no era de esta manera. —Veo que el frío te afecta.

—Ni me lo digas, me desconozco, en el verano funciono mejor. —Zhong hace vibrar sus hombros ante un escalofrío. —¿Qué hacían?

—Solo miramos. —Renjun apoya su cabeza sobre la del escorpiano. —¿Ustedes?

—Están discutiendo sobre su fiesta, sabes que siempre son muy meticulosos.

—¿Tienen problemas?

—¡Es que! —Jungwoo exclama, tratando de conservar la calma. Se inclina en su asiento para mirar a Huang y planta un puchero. —Johnny y Jaehyun me desesperan, estamos algo peleados. No falta nada para la fecha y se pusieron demasiado orgullosos en no hablarnos.

—La repartición de tarjetas es mañana, como todos los años nos dividimos las invitaciones y si siguen así hasta podría llegar a pensar que no celebraremos nada. Lo venimos organizando desde enero y sería una pena que por esta tonta discusión cancelemos todo.

—Es demasiado rápido para dar por sentado que se va a cancelar. —Renjun responde acompañado de una mueca. —¿Por qué se pelearon exactamente?

Ten y Jungwoo se miran, Kim se endereza y carraspea su garganta, dando a entender que no quería hablar sobre eso.

Bien, sucede que en febrero se juntan cinco cumpleaños, el de Jisung, Johnny, Jaehyun, Jungwoo y Ten, esa fiesta es demasiado grande e importante para ellos; son fechas dentro de lo que cabe "cercanas" y decidieron celebrar todo en un solo cumpleaños. Sin duda alguna, a través de los años, se convirtió en un evento trascendental entre los estudiantes porque al ser alumnado de distintas universidades terminaba siendo la fiesta más famosa del año.

Se llamaban los poderosos "4JC", la invitación te llegaba en un sobre rojo con letras doradas y si tenías un sello con forma de estrella  significaba que podías ingresar al área vip, donde se encuentran los anfitriones.

Esta tradición se mantiene desde mucho antes que Renjun haya sido admitido a la universidad, recuerda que la primera vez que fue invitado gracias a Jisung y su increíble suerte de convertirse en uno de ellos dio su primer beso, seguido de perder su virginidad con uno de los cumpleañeros el cual le hizo comprender mejor las riendas de su sexualidad; entre otras cosas que a esta altura ya no mantiene con claridad.

Se rumoreaba que sería la última ya que Jaehyun, Johnny y Ten estaban en su último semestre, a punto de graduarse y ejercer como profesionales, y Renjun cree que a lo mejor era por eso que se los nota tan tensos. Evidentemente no sería lo mismo sin el grupo completo y los afligía.


Renjun exhala y recuesta su mejilla nuevamente sobre la cabeza de Chenle para dedicarse a observar a sus amigos. No entendía sus fuerzas de voluntad de ir y correr detrás de un absurdo balón con este clima que te calaba los huesos, sin embargo, no podía dejar de admitir que se sentía agradable por la vista. ¿Qué mejor para un gay que un campo lleno de hombres musculosos y atractivos? Era el paraíso.

—¿Por qué Jaehyun mira tanto para acá? —se queja Zhong. —¿Será que se sienten culpables y vendrán a disculparse?

—¿No ves que está sonriendo de la manera más egocéntrica que su boca puede mostrar? —Ten le responde, obviando. —Claramente no nos sonríe a nosotros, en cambio Renjun lo trae babeando y por eso se comporta así.

Huang se voltea de inmediato a mirar al tailandés y frunce su ceño. ¿Él qué tenía que ver ahí en medio?

—Desde que te convertiste en una clase de "diamante" ninguno ha dejado de hablar sobre ti, no me pongas esa cara y finjas que no tienes idea. —Chittaphon vuelve a decir mientras destapa un termo que traía en su bolsa para darle un trago. —Todos están interesados en ti.

—Concuerdo. —Lele se suma. —Sungchan y Winwin me hartan pidiendo tu número. ¿Acaso les echaste un hechizo o algo?

Renjun se achica en su lugar al oír aquello y se siente un poco abochornado al respecto. Cuando estuvo a punto de responder de regreso, los pitidos del silbato lo interrumpen, los cinco miran extrañados  la cancha y se intrigan al advertir cómo el entrenador se encontraba corriendo hacia el lateral en dirección a un tumulto de gente, estaban peleando. Renjun se levanta preocupado para observar mejor sobre quienes podrían ser y su corazón se encoge en su pecho al reconocer los números en las camisetas.

El 23 y el 14.

Jeno y Jaehyun.









nabi

𝙨𝙚𝙖𝙨𝙤𝙣𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora