Capitulo 02

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                                                                                                Aria 



Después de unas horas desempacando mi maleta y ordenando la habitación en la que me voy a quedar durante el verano, finalmente terminé. Exhausta, me dejé caer en la cama.

Pasé unos minutos pensando en lo que me había dicho mi hermano Bruce sobre los Wild Waves. Tenía mucha curiosidad por descubrir qué era eso.

Finalmente, decidí levantarme de la cama y cambiarme de ropa. Opté por algo cómodo y fresco, ideal para el clima caluroso de Honolulu. Salí de mi habitación y recorrí la casa de Bruce. Era una casa grande y moderna, con grandes ventanales que dejaban ver unas vistas hermosas de la playa. Bajé las escaleras y encontré la cocina. Me serví un vaso de agua y me senté en la isla de la cocina, pensando en los Wild Waves y en lo que podrían ser.

—Voy a la playa. Si mi hermano llega antes de que yo vuelva, avísale por favor —le dije a la ama de llaves mientras agarraba mi bolso, metiendo una toalla, protector solar y mi libro.

—Descuida, yo le avisaré. Y que tengas un buen día —dijo ella con una sonrisa mientras ordenaba mi cama que había dejado desordenada.

—Gracias, tú igual —dije poniéndome las gafas.

Salí de la casa y fui de camino hacia la playa, que quedaba cerca ya que la casa de mi hermano estaba junto a la playa. Mientras ponía la toalla sobre la arena, vi a un grupo de adolescentes jugando voleibol y riendo. Eso me hizo sentir sola ya que mis amigas estaban en Grecia.

Intenté concentrarme en el sonido de las olas y en mi lectura, pero mi curiosidad por los Wild Waves no me dejaba en paz. Decidí dar un paseo por la playa para despejar mi mente. A medida que caminaba, noté que el grupo de personas jugando voleibol parecía estar faltando una persona. Había un chico alto y rubio que parecía ser el líder, hablando con una chica morena que era muy guapa y un chico pelirrojo que parecía estar siempre sonriendo.

De repente, la chica morena, que había estado observando el juego, se acercó a mí con una sonrisa amistosa.

—Hola, soy Summer. Veo que estás sola. ¿Te gustaría unirte a nosotros para jugar voleibol? Nos falta una persona para tener equipos completos —dijo con entusiasmo.

—Hola, soy Aria. Claro, me encantaría. Acabo de llegar a Honolulu a pasar las vacaciones y no conozco a nadie aún —respondí con un poco de nerviosismo.

Summer me llevó hacia el grupo y nos presentó a todos.

—Chicos, esta es Aria. Aria, estos son Axel, Liam, Ruby y Dylan —dijo Summer.

Cada uno de ellos me saludó con una sonrisa, haciéndome sentir bienvenida. Excepto Axel, que me miró con una expresión indescifrable y un leve gesto de desdén.

—Perfecto, ahora podemos jugar chicas contra chicos —dijo Ruby con una sonrisa competitiva.

Nos dividimos en equipos: Summer, Ruby y yo formamos un equipo, mientras que Axel, Liam y Dylan formaron el otro.

El juego empezó con mucha energía y risas. A pesar de no ser una experta en voleibol, me esforcé por seguir el ritmo. Summer y Ruby me animaban constantemente, pero noté que Axel era muy competitivo, dándome miradas desafiantes cada vez que la pelota venía hacia mí.

—¡Vamos, Aria! ¡Puedes hacerlo mejor que eso! —gritó Axel sarcásticamente cuando fallé una devolución.

Me esforcé por ignorar su actitud y concentrarme en el juego. Al final, las chicas ganaron por un punto. Todos nos reímos y chocamos las manos en señal de buen juego, aunque noté que Axel no estaba tan feliz con el resultado.

—¡Fue increíble, Aria! Deberías jugar con nosotros más seguido —dijo Liam, con una sonrisa.

—Sí, fue muy divertido. Gracias por invitarme —respondí, sintiéndome muy feliz.

Nos sentamos en la arena para descansar, y Summer se sentó a mi lado.

—¿Qué te parece Honolulu hasta ahora? —me preguntó, curiosa.

—Me encanta. Es hermoso —respondí, sonriendo.

—Bueno, entonces te encantará lo que tenemos planeado para este verano. Vamos a realizar muchas actividades. ¿Te gustaría unirte? —preguntó Summer, con un brillo de emoción en sus ojos.

—Claro, me encantaría. —respondí, sintiendo que una chispa se encendía en mi interior.

Axel, que había estado escuchando, intervino con una sonrisa sarcástica.

—Espero que puedas seguir el ritmo, Aria. Nuestras actividades no son para cualquiera.

—No te preocupes por mí, Axel. Puedo manejarlo —respondí, con una sonrisa sarcástica.

—Por cierto, ¿alguien sabe qué son los Wild Waves? —pregunté con curiosidad.







Un verano contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora