Mi admirador.

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UNO EXTRA PORQUE ES PRIMERO DE JUNIO...

Aprovecho para mencionar un pequeño detalle que no agregué en el capítulo anterior: Nessy ya no está enyesada.

Estaba usando mi teléfono mientras Génesis conducía violando todas las reglas de tránsito que pueden existir. Pero era increíble que aún no hubiese perdido de vista a la camioneta blanca.

Quien sea que conducía esa camioneta se estaba dando cuenta que no se desharía de nosotras tan fácilmente, así que en cierto punto derrapó el suelo, haciendo que las ruedas de la camioneta se marcaran en él. Ahora no estaban intentando huir, ahora venían directamente hacia nosotras.

—¿Qué hacen? —preguntó Zafiro antes de que Génesis le diera marcha a la camioneta una vez más.

Los dos estaban yendo en la dirección de otro, ellos quizá lo hicieron primero pensando que el instinto de supervivencia haría que Génesis saliera del camino, pero no, ella también quiere probar lo mismo.

—¡Génesis! —exclamó Zafiro sin comprender lo que hacía Génesis— ¡Detén el auto!

—Ellos se van a detener, Zafiro —aseguró Génesis sin el más mínimo deseo de detener el auto.

No parecía que sería así, ninguno de los dos autos parecía querer detenerse. Si ninguno de los dos estaba dispuesto a detenerse, esto podría ser fatal.

—Nessy, por favor convéncela —me pidió Zafiro en un intento desesperado—, dile algo.

Suspiré y traté de mantenerme tranquila —Génesis, ¿podrías detener el auto o —regresé mi mirada al frente y vi a la camioneta blanca tan cerca de nosotras que por instinto me agaché de inmediato— ¡Nos vamos a matar!

Pero, la otra camioneta desistió y en un intento por evitar el accidente se salió del camino. Dejando así que nuestro auto pasara de largo.

Génesis detuvo el auto en seco y abrió la puerta de inmediato.

—Permanece en el auto —me dijo con dulzura y me dio un beso en la mejilla como si eso me quitara el trauma de casi haber muerto.

—Me pasé un poquito con lo de los resultados, pero esto ya es un abuso —expresó Zafiro con una mano en el pecho respirando de forma agitada—. Tengo que acompañarla —agregó bajándose del auto también.

Debería bajarme también, quería acompañarlas y ver quién era la persona que nos seguía. Además, podría ser alguien peligroso.

—¡No vas a poner un pie fuera de ese auto! —gritó Génesis haciendo que yo me detuviera de inmediato.

—Sí señora —nunca me había sentido tan regañada y tan feliz al mismo tiempo.

Solo me quedé allí viendo como un hombre se bajaba de la camioneta, su semblante impasible. Era un hombre de unos 40 años, que miraba a Génesis con desdén.

—¿Por qué nos está siguiendo? —preguntó Génesis de inmediato, sin dejarlo mencionar una sola palabra.

El hombre dejó caer su cigarrillo al suelo, pero antes de que mencionara algo, se escucharon las sirenas de una patrulla de la policía.

—Los susodichos que alteraron el orden público —dijo uno de los oficiales que se bajó de la patrulla.

—Aquí la señorita es la que me ha estado siguiendo —dijo el hombre a los oficiales—, puede preguntárselo a cualquiera, ella fue quien me siguió.

—¡Mientes! Tú eres quien nos ha estado siguiendo.

—¿Por qué las seguiría?

—No lo sé, es lo que quiero que tú me digas.

Gray Eyes (chicaxchica) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora