Tragedia.

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—¡Ya, cállate, escuincla! —me gritó el hombre que estaba conduciendo porque yo no dejaba de llorar.

Bueno, ellos no saben por lo que he estado pasando últimamente, por eso no les interesa y su solución a mi llanto fue amordazarme. Pero no fue suficiente, así que me metieron en el maletero del auto.

—Señor, ya la tenemos.

—¿Y qué tal?

—Linda, frágil, delicada… así como a usted le gustan sus bienes, señor. Estamos esperando a Cata.

—No la esperan, tiene una orden de captura. No me conviene.

Yo solo tenía la esperanza de que Ángel estuviera bien y ese golpe en la cabeza no le hubiese causado mucho daño.

En el hospital, Génesis se acercó a Zafiro con urgencia para pedirle un favor. Debido a que mi hermano estaba inconsciente y con un golpe en la cabeza que podría resultar muy grave, Génesis quería estar segura de que estuviese acompañado.

—Zafiro, por favor, necesito que te quedes con Ángel. Yo me encargaré de Nessy —le pide Génesis.

Ella sabía que siempre podía contar con Zafiro para absolutamente todo.

—Por supuesto, ve tranquila —responde Zafiro luego de asentir—, yo me ocuparé de Ángel y de todo lo que pase aquí.

Con la plena seguridad de que puede confiar en Zafiro, Génesis sale apresuradamente del hospital y saca su teléfono mientras camina, pero antes de realizar esa llamada, su camino es interceptado por Sol

—¡Por favor, Génesis, salva a mi mejor amiga! —le pidió preocupada.

—Tranquila, Sol. Estoy en camino —dijo Génesis con calma para tranquilizar a Sol—. Se trata del amor de mi vida.

No podía perder tiempo, su posesividad conmigo podría serle muy útil. Bueno, aunque no se trataba de posesividad cuando me dio el collar, sino más bien por desconfianza.

—Necesito que rastrees a alguien —le ordenó Génesis a Omar sin perder el tiempo.

No tenía mucho tiempo para dar explicaciones, tenía que realizar con urgencia otra llamada mientras conducía su auto.

Así que después de subir a su auto, Génesis realizó otra llamada, pero esta vez a Chleo.

—La perra de Diana se llevó a mi princesa —dijo Génesis sin dejar a Chleo decir nada, apenas y pudo contestar el teléfono.

—Entonces, ¿ellas dos tienen que estar juntas?

—Eso creo, el asunto es que quizás yo pueda dar con ellas…

Génesis interrumpió su conversación, ya que se había distraído y por poco termina atropellando a un motociclista, el cual le gritó: “¡Aprenda a manejar, buñuela!”.

Aclaración: los buñuelos son unas bolitas hechas con queso y harina. Sí, es un alimento, pero también se usa el término “buñuelo” para referirse a aquellas personas que carecen de habilidades al conducir.

—Oigan a este atrevido, ¡Patán, buñuela será su madre! ¡Respete! ¡Agradezca que tengo prisa o si no me devolvía y lo atropellaba en serio! —se concentró en la llamada nuevamente—. Solo dame un rato y te daría una ubicación.

—Pensé que tratándose de una situación así, no responderías el insulto de ese hombre.

—Me ofendió, pero como sea, ¿esperas mi llamada?

—Si no te estrellas con algo, claro que sí.

Al final, Chleo le asegura que se encargarán de Diana, pero también se ofrece a ayudarla a recuperar a su amor secuestrado.

Gray Eyes (chicaxchica) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora