𝑬𝒍 𝒂𝒏𝒈𝒆𝒍 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒈𝒖𝒂𝒓𝒅𝒂 | 𝗗𝗘𝗔𝗧𝗛 𝗡𝗢𝗧𝗘 𝗫 𝗧𝗡

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Narra TN

Me encontraba yo sola en un cuarto de color blanco y vacio. Me levanté del suelo,y comencé a dar vueltas por el cuarto. No había ninguna salida por la que pudiera salir. No habia nada, ni una puerta ni una ventana. Esta situación era demasiado estresante. Me acerque a una de las paredes del cuarto y me apoye en ella. Al tocarla por alguna extraña razon aparecio un punto de colo negro. Cada segundo que pasaba se hacía más grande, y por la impresion que me dio apoye mi mano en otra parte de la pared. Esta vez la zona negra era muchísimo más grande que la anterior y en cuestión de unos segundos cubrío toda la pared.

Me aleje asustada y al mirar al suelo me di cuenta que ocurría lo mismo con mis pies. Se veian las siluetas negras de las huellas de mis pies por el suelo. Y poco a poco se hacía cada vez más grandes ocupando cada vez más zona. Asustada por lo que estaba ocurriendo corrí a la otra punta del cuarto, que estaba impoluta, empecé a pegar puñetazos y a gritar buscando ayuda. Deseaba que alguien pudiera sacarme de ese lugar tan raro en el que me sintiera insegura.

En unos pocos minutos, la habitación blanca que al principio transmitia tranquilidad desapareció, y fue sustituida por una habitación oscura que incomoda a cualquiera. Me quedé sentada en una esquina abrazandome las piernas, ya que no se me ocurría ninguna otra solución para poder salir de ahí. Comencé a escuchar muchos ruidos, como gritos de personas agonizando. Cerré mis ojos y me tapé los oídos deseando que todo fuera solo una pesadilla. Y como si mis deseos fueran ordenes, del alborto de ruidos distinguí uno de ellos.

Era el sonido de un teléfono, especificamente era el tono de llamada del teléfono que tenía en mi casa. Abrí los ojos de nuevo y me encontraba en el sofá de mi casa, tumbada y tapada con una manta mirando al techo. Gire la cabeza a la derecha y pude ver que el sonido que estaba retumbando por toda la habitación era mi teléfono. Todo lo anterior había sido una simple pesadilla. Me senté en el sofá, sin quitar de encima mío la manta, ya que no hacía demasiado calor, y pude ver que eran las 5:09 de la madrugada.

¿Quién me llamaba a esas horas de la mañana? Ademas, solo unos pocos sabian cual era mi telefono de casa. No me hubiera parecido tan raro si me hubieran llamado al teléfono, aunque a las horas que llamaba no era normal. Decidí coger el teléfono para poder resolver esa cuestión, pero sin duda no me esperaba quien estaba al otro lado.

- ¿Quien coño eres? ¿Enserio me tenias que llamarme ahora mismo? - dije con sueño y un poco de mal humor. Aunque haya tenido una pesadilla, tampoco era plan que me vayan despertando a las 5 de la mañana.

- Qué despertar tan malo tienes - dijo una voz masculina tranquilamente que me sonaba de algo.

- ¿Cómo quieres que me despierte bien si son las 5 de la mañana? - me quejé mientras me frotaba los ojos para despertarme.

- Perdona TN, se me olvido que la diferencia horaria de España y Japón era de 7 horas - se disculpó un hombre que me llamó con un nombre que poca gente utilizaba. Tuve que quedarme pensando un poco quién podría ser esa persona, y aunque estuviera dormida solo podía ser una persona.

- ¿L? ¿Qué ocurre? Si hace nada fue la última vez que trabajamos juntos en un caso - dije mientras que suspiraba dándome cuenta que tendría que ponerme a trabajar otra vez - ¿Los criminales no se pueden tomarse unas vacaciones?

- K, cuantas veces te he dicho que no me llames por ese nombre - dijo L enfatizando en mi nombre como detective.

- Perdona, sigo algo dormida Ryuzaki - dije disculpándome, como se notaba que L era mayor que yo.

- ¿Sabes algo sobre los extraños fallecimientos de los criminales en Japón? - pregunto Ryuzaki desde el otro teléfono.

- Si, pero no demasiado. Por lo que he visto, la mayoría de las muertes que han pasado son de criminales presentados en la televisión nacional. Además, se supone que el causante de los fallecimientos es como una especie de asesino llamado Kira - dije mientras contaba todo lo que sabía.