El declive de lo nuestro

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(...)

Al principio tu proponías vernos. Demostrabas interés, sacabas conversación. Después simplemente paraste y yo era el único que mantenía ese interés del principio. Ya no me llamas "lindo", "corazón" o "amor". Solo cambiaste conmigo, que cruel. Creo que lo mejor es tomar un tiempo. Me estoy enamorando demasiado rápido y tú ni siquiera concibes la idea de estar enamorado de mí. Tú mismo lo dijiste. Solo te gusto. Fuiste claro y yo cometí el error de no comprender mis sentimientos.

Bajé la guardia contigo. No debí hacerlo. No debí permitirme sentir. Este siempre ha sido mi problema. Quiero con cada célula de mi ser. Quiero sentirme cómodo de sentir lo que siento. Quiero sentirme cómodo de demostrarte lo. Pero tú no dices nada. Lo único que recibo de ti es un silencio que puede generar la locura de cualquiera. Ni siquiera te pido que me des lo mismo. Solo quiero poder expulsar de mi sistema lo que siento por ti. Pero tus traumas son más grandes que tu gusto por mí. No permites que te demuestre afecto ¿por qué? ¿Por temor a salir herido? ¿Acaso tu temor prima sobre mis sentimientos? No, no lo hace. Pero así lo permití.

Dices que te hago lovebombing. Que te sientes asfixiado. No es mi culpa que no sepas recibir afecto. No es mi culpa quererte tanto en tan poco tiempo. Yo no elegí querer tan intensamente. Pero si puedo elegir a quién quiero. Debo elegir a quién le ofrezco todo lo que está encerrado en mi corazón. Sin embargo es inútil querer elegir cuando la decisión ya está tomada. Quiero que seas tú. Quiero que recibas todo lo que tengo para dar. Quiero ser esclavo de tus sentimientos. Quiero ser esclavo de tus circunstancias.

A quien le importa cómo me siento. Solo sé que definitivamente quiero estar para ti en todo momento. En cada risa, cada llanto, cada éxtasis. Solo quiero que recibas todo esto de mí. Ni siquiera te pido que me des lo mismo. Me he convertido en un perro callejero que se conforma con migajas de amor. Pero quiero que sean tus migajas. Quiero que seas tú.


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Cicatrices de una Pasión FugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora