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Escarbando entre nuestros recuerdos encontré posiblemente el mejor de ellos. Estábamos a solas, compartiendo la vida del uno con el otro, siendo uno solo bajo la fría y desolada noche. Cuando de pronto, en mi momento de mayor satisfacción, tomé tu rostro entre mis manos y te dije: "realmente estoy muy feliz". Tu te acercaste más y más, y antes de darme un beso susurraste sobre mis labios: "yo también".
No sé si fue estúpido basar mi enamoramiento en ese momento fugaz. No sé si fue correcto basar mi enamoramiento en lo que sentiste y dijiste estando drogado. Pero debí ver el patrón. Debí percatarme de que solo eras capaz de demostrar tu afecto bajo la influencia de alguna sustancia.
Ahora, mientras recuerdo lo que provocó mi caída hacia tus pies, me pregunto: "¿En qué momento dejaste de ser feliz?" "¿En qué momento dejaste de creer que lo nuestro era posible?" No noté ningún cambio progresivo, simplemente pasó, y es lo que más me duele.
No sé por qué te creí cuándo respondiste "si" a mi pregunta de: "¿esto va en serio?". No tuve que confiar en esa simple palabra, ni mucho menos en el beso que pensaba iba a sellar tu compromiso. Pero al final lo nuestro fue tan efímero cómo ese beso.
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Cicatrices de una Pasión Fugaz
RomanceEste libro contiene fragmentos de mis pensamientos más profundos desarrollados en las frías noches de junio. Cada una plasma el durante y después de haber dejado ir a quien creí que era "el indicado". Comparto con ustedes las ideas que favorecieron...
