(...)
Resulta que no era desinterés, era incapacidad. Incapacidad de sentir. Incapacidad de recibir amor.
Pero no porque tu corazón sea frío. Simplemente está cubierto de muchas cicatrices.
Me dolió mucho saber que no te sientes merecedor de algo lindo. Ojalá pudiera hacerte caer en cuenta de que sí mereces aquello que todos anhelamos. Ojalá algún día puedas aceptar todo lo que tengo para darte. Ojalá algún día seas solo mío.
No pude entender por qué estabas dispuesto a vivir una mentira a mi lado. No entiendo por qué soportarías algo que te agobia. Quiero asumir que es porque en este tiempo desarrollaste afecto hacia mí, y me hace feliz saberlo.
Agradezco que intentaras protegerme, incluso si eso implicaba que tu existencia fuera miserable. Sin embargo, no contabas con que yo sintiera algo tan grande y fuerte por ti. No esperabas que yo te priorizara.
Me destrozó dejar ir a aquella persona que quería a mi lado. Me destrozó priorizarte. Siento que mi corazón no va a ser capaz de sobrellevar todo lo que siento por ti. Y me preocupa que mi mente no sea lo suficientemente fuerte para reprimir mis impulsos. Realmente te quiero. Te lo dije en persona y te lo digo ahora. Pero este afecto me llevó a tomar esta decisión. Aunque lo niegues, sabes que es lo correcto. Debo dejarte ir. Debo dejarte sanar. Simplemente no era el momento. No era nuestro momento.
Tomé una decisión. Acepté sus consecuencias. O al menos la mayoría. Porque me estremezco al saber que ahora existe la posibilidad de que tu corazón tenga otro dueño. No concibo la idea de verte con otra persona que no sea yo. Y yo tampoco me veo sin ti a mi lado.
En realidad, espero que lo poco que convivimos y las lágrimas que compartimos hayan sido suficiente para que quieras reencontrarte conmigo. En realidad, anhelo que ese día llegue, y esperaré hasta que lo haga.
Por ahora, disfrutaré de los recuerdos de lo que alguna vez intentamos ser, seguiré adelante recordando el dulce toque de tus labios y lidiaré con el sentimiento de dejar de llamarnos "amor".
(...)
Mereces inclusive más de lo que yo te pueda dar nunca. Pero eres tan cruel contigo mismo que ni te crees merecedor de un "te quiero".
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Cicatrices de una Pasión Fugaz
RomanceEste libro contiene fragmentos de mis pensamientos más profundos desarrollados en las frías noches de junio. Cada una plasma el durante y después de haber dejado ir a quien creí que era "el indicado". Comparto con ustedes las ideas que favorecieron...