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Hua cheng corrió a su mansión a donde lo encontraba su esposo dijo que le tenía una sorpresa, realmente espera que sea él envuelto en satín rojo y negro.

Pero cuando entro solo encontró caos, médicos de un lado a otro y yin yu en una esquina con la vista perdida, al ver a señor no sabía cómo le explicaría.

Una reverencia para dar inicio a una larga explicación que al final el no entendía... pues solo lo acompaño hasta la entrada del bosque.

-la señora salió en su búsqueda hace dos días llego un día después de haberse ido estaba débil y su poder inestable, no permitió que nadie lo molestara solo entro al despacho del señor y se quedó hay por unas horas, me preocupe así que entre aun cuando la orden fue no molestarle, lo encontré en el piso desmayado, los médicos lo han examinado tiene una herida de alma.

El mundo de hua cheng se vino abajo su esposo el amor de su vida tenía una herida de alma corrió hacia su habitación, entro sin preguntar solo para encontrarse con su esposo en cama, los doctores lo tenían desnudo para examinar el progreso de la herida, su cuerpo estaba casi transparente, sus pies poco se distinguían.

Se recostó en la cama con sus brazos como almohada, los fantasmas no lloran pero él estaba a punto de hacer algo casi imposible,

Cuando levanto la cabeza noto dos cosas la primera su esposo no portaba la cadena con el anillo de cenizas de hua cheng y sabía que nadie tocaría aquel objeto y dos del vientre bajo de su esposo se asomaba una pequeña protuberancia, casi imperceptible a la vista normal pero él conocía tan bien ese cuerpo que fue visible, pero era imposible.

Arregaña dientes salió del cuarto era tiempo de las siguiente dosis de medicina con la que trataban de mantener vivo a su esposo, solo esperaba que la cognitiva que envió en busca de una cura o de alguien quien ofrezca una cura para su esposo llegue pronto, pero un pequeño recuerdo lo golpeo, yin yu mencionó que wei yin estuvo en su despacho quizá encuentre algo que le diga que está pasando.

Su despacho era para él y su wei ying, en una mesa enfrente suyo estaba el escritorio de su esposo, sobre el suyo una pequeña caja lacada y roja llamo su atención, tomo asiento al frente del escritorio, debajo de la caja había una carta con la obvia escritura de su esposo 

MIL AÑOS DE SOLEDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora