El Harem del Emperador || Soukoku

IV 『 Los aposento están creados según el amor de los emperadores 』

Las presentacione terminaron y en este momentos todos los presentes eran conducidos por Nakajima a la parte trasera del palacio, mejor conocida como el jardín trasero de los emperadores. Donde todas sus hermosas flores eran guardadas para el deleite de un solo hombre, había palacios enteros dedicados sólo a las mujeres favoritas del emperador. Había otros palacios por desgracia que eran similares a casas enormes donde el resto de las concubinas sin favor pasaban sus vidas enteras. Chūya no podía evitar preguntarse que clase de aposentos les serían dados, seguramente el emperador ya había elegido una joya para su jardín pero ¿Cuál de todos sería?

Atsushi que caminaba al menos siete o ocho pasos por delante de ellos se detuvo de pronto frente a un hermoso edificio de color verde esmeralda, los detalles en negro solo volvían el edificio aún más imponente de lo que ya era.

- Este es el palacio Esmeralda construido por el tatarabuelo del emperador actual para su segunda concubina, se dice que él la amaba tanto que mando a tallar los decorados negros en honor a su cabello, y el palacio es esmeralda es en honor a sus ojos. La concubina Ren era conocida por ambas características - Nakahara no negaba que la historia del lugar era muy interesante - La señorita Haruma se quedará aquí.

La chica sonrío de manera discreta pero esto no paso inadvertido por los ojos de Chūya, ella era la favorita eso era seguro, este palacio era la prueba más clara. Haruma y su guardia dedicaron una reverencia al emisario del emperador y entraron al hermoso palacio.

- Continuemos.

Siguieron pasando edificios encantadores que seguramente estarían llenos de historias magníficas para explicar sus construcciones, ¿debería intentar preguntar un día? Seguramente pasaría mucho tiempo aquí, tendría que buscar pasatiempos. Se detuvieron otra vez, está vez frente a un edificio color blanco, el blanco era tan brillante, ver el edificio directamente era algo bastante complicado.

- Este es el palacio Puro, el segundo emperador del período Shen lo creo para su quinta concubina, se dice que él amaba tanto la pureza que transmitían cuando bailaba que mando a construir un palacio totalmente blanco para que ella resaltará cuando bailaba - la historia era aún más encantadora que la del palacio anterior, esta chica era la favorita sin lugar a dudas - este palacio será la residencia de la señorita Minami.

La chica dio una reverencia sin mucha expresión en su rostro y entró en conjunto con su guardia. Atsushi y Chūya se vieron fijamente a los ojos, Nakajima sonrío de forma tierna y Chūya podía jurar que su corazón se aceleró, ese chico era todo un peligro, una belleza del tipo que atrae a todos con su pureza.

"Si alguien debería vivir en el palacio puro sin lugar a dudas sería él"

Pensó sin cuestionarse mucho y asintiendo, instintivamente movió sus ojos a su primo, el pobre Akutagawa se había puesto tan rojo como un tomate. Chūya quería reír pero se controlo, ya lo molestaría después.

- Continuemos.

Se movieron durante mucho tiempo, Chūya incluso podía jurar que Atsushi se había equivocado y se pasó por varios (muchos) metros de lo que era. Después de cuestionarse mucho tiempo si sería prudente preguntarle si faltaba mucho o se había equivocado, él chico por fin se dio la vuelta y sonrío de forma radiante.

- Bienvenidos al que será su hogar por el momento.

Era un edificio rojo, casi en su totalidad, los detalles de flores doradas y azul eléctrico le daban un aspecto sencillamente hermoso. Nakahara tuvo que parpadear varias veces intentando procesar lo que el chico le había dicho, de forma algo tonta se señaló a sí mismo y al edificio varias veces mientras Atsushi asentía tratando de reprimir una carcajada.

- Este es el palacio Fénix se dice que él primer emperador lo construyó para su amiga de la infancia, el amor de su vida, lo decoró de tal manera que ella se sintiera completamente amada, por eso tiene detalles dorados. Ella no permanecio mucho tiempo como concubina, el primer emperador peleo con uñas y dientes y la nombro emperatriz, este el palacio de la primera emperatriz de nuestra nación.

Chūya continuaba tratando de procesar todo lo que acababan de decir. Atsushi les hizo un gesto para que entraran.

- Ah, señor Nakahara, no olvide que esta noche el emperador hará una visita nocturna declarando así su concubino favorito.

Sin más que decir se fue.

Chūya estuvo todo la tarde tratando de procesar lo que había sucedido, ahora mismo se encontraba acostado en una cama un millón de veces más suave que la cama más suave de su casa familiar. Sentado no muy lejos Akutagawa seguía pensando en los hechos del día tratando de llegar a una conclusión viable.

- Creo que eres el favorito del emperador.

- ¿Qué? No tienes pruebas de eso.

Ryūnosuke señaló el techo, el palacio en sí ya era un argumento con mucho peso - además de que él emisario te recordó a ti, exclusivamente a ti que el emperador hará visitas nocturnas.

- Bueno eso... - estrategicamente cambio el tema - hablando del emisario, vi como te pusiste cuando el Nakajima Atsushi sonrío.

- Yo...

- Es lindo.

- Ya es de noche, el emperador podría llegar en cualquier momento, lo mejor será que me vaya.

- Oh vamos Ryū, él no va a venir.

Como si lo hubieran invocado un criado llegó para informar que el emperador se encontraba en la puerta del palacio y esperaba ser recibido. Akutagawa y Chūya entraron en pánico. Chūya se arreglo lo más rápido que pudo y ambos salieron a paso veloz en dirección a la puerta.

Ahí un hombre completamente vestido de dorado completamente iluminado por la luz de la luna sonrío en cuanto vio a Chūya, esa sonrisa provoco una tormenta dentro de Nakahara, su corazón y su cabeza estabam en un remolino tan grande que no sabía que decir. Dos pasos por detrás del emperador iba Atsushi que tenía una pequeña sonrisa en los labios. Chūya se inclino.

- Este concubino se siente honrado de ser visitado por el emperador.

La sonrisa de Dazai se ensancho mientras entraba por la puerta, tomó la mano y Chūya lo condujo hacía adentro. Akutagawa sin saber que hacer volteo a ver a Atsushi, negó con la cabeza mientras la sonrisa en su boca crecía.

- Vamos a dar un paseo.

Akutagawa sintió su corazón dar un brinco mientras asentía, ese chico era tan hermoso que era difícil describir su estado de ánimo en este momento.