La Complicada Vida De A-Yuan

Capítulo 3: Sospechas

—¿No les parece conocido ese chico? – Preguntó SiZhui a sus primos mientras salían de la escuela, el sol de la tarde proyectaba sombras largas en el suelo. Había quedado en visitar a sus tíos por la tarde, así que los tres se irían caminando.

Sus 2 primos se miraron entre sí confundidos por la pregunta, no entendiendo a quién se refería en un inicio. Luego, algo iluminó sus conocimientos, recordándoles al nuevo estudiante que había llegado a la institución.

—No me fijé, pero no creo que lo hayamos visto antes. – Respondió Lan Mei encogiéndose de hombros, su voz tenía un tono indiferente. Normalmente le daba igual lo que pasara con las personas a su alrededor, no sentía la necesidad de conocerlos, solo con su hermano y primo le bastaba.

—De todas formas, ¿Por qué te acercaste a él en el receso? – Preguntó Lan JingYi, su curiosidad era palpable.

Aquella pregunta provocó que los 2 chicos del trío se detuvieran, uno de estos mostrando una sonrisa traviesa en su rostro antes de acercarse al otro para reposar su brazo en el hombro de este.

—A-Yuan, A-Yuan... No me digas que ahora te está interesando ese niño arrogante. – Dijo Lan JingYi, su voz estaba llena de burla.

No recibió respuesta del contrario, pero notó cómo este se tensaba debajo de su toque.

—Estaba bromeando, no es para que te pongas tan serio. – Se disculpó.

—Hey, será mejor que cuides tus palabras. – Dijo su hermana antes de darle un golpe en la nuca, recibiendo a cambio pellizcos en sus mejillas y muchas amenazas sobre quejarse con sus padres.

Durante el resto del recorrido, SiZhui permaneció en silencio, si bien seguía teniendo curiosidad por el Jin, su atención ahora estaba más direccionada hacia otro tema, uno que provocaba un revoltijo de sentimientos dentro de él. Se perdió tanto en sus pensamientos que no notó que ya se encontraba frente a la casa de sus tíos hasta que JingYi le dio una palmada en la mejilla.

—Estás muy distraído hoy, ¿Qué te pasa? – Preguntó JingYi, su voz estaba llena de preocupación.

Dió una rápida mirada a los alrededores antes de dirigirla a su primo.

—No es nada, vamos a entrar, los tíos deben estar esperando. – Respondió SiZhui, su voz era calmada.

Dicho y hecho, los esposos Lan-Jiang se encontraban esperando a los chicos en la amplia sala de la mansión, cuyas paredes estaban adornadas con obras de arte. Con solo entrar a la casa, los hijos del matrimonio sintieron un aire frío rodearlos, solo bastó con observar la expresión de su padre Jiang para saber que algo estaba mal... Alguien estaba en problemas.

—¡¿Cómo es que no puedes comportarte ni siendo el primer día de clases?! – Fue lo primero que se escuchó en la sala, estremeciendo a los 3 chicos que acaban de entrar. La voz de Jiang resonó en la habitación como un trueno, haciendo que los chicos se pusieran tensos. JingYi comprendió a qué se refería, maldijo a quien sea que le hubiera contado a su padre de aquella falta en la escuela.

—¡Puedo explicarlo, papá! No es necesario gritar! – Exclamó JingYi, solo logrando enfurecer más al mayor. Estuvo a punto de ser nuevamente regañado por este cuando la voz de Lan XiChen los interrumpió, su tono calmado y sereno fue como un bálsamo para la tensión en la habitación.

—A-Cheng, A-Yi, no creo que discutir en este momento sea lo más adecuado. – Dijo con calma, como solía hacerlo siempre. Se acercó esta vez a su sobrino para saludarlo, aprovechó mientras que su esposo iba a la cocina resoplando aún con irritabilidad y sus hijos se perdían por la casa para interrogar al menor. —¿Cómo han estado tus padres?